Foto: José Bogado/ ÚH
Peña habló de la necesidad urgente de reformar el sistema educativo del país. Se comprometió a asignar los recursos necesarios para modernizar la educación, mejorar las condiciones de trabajo de los docentes y dejar de lado “remiendos en infraestructuras obsoletas”.
Dijo que su gobierno aprovechará la cooperación internacional para fortalecer los proyectos educativos nacionales, evitando depender de “ideas foráneas o enlatadas” que distraen esfuerzos.
“Nuestros niños y jóvenes merecen una educación de calidad que les permita enfrentar los retos del futuro con éxito”, enfatizó Peña.
El presidente garantizó que su administración trabajará para “hacer las cosas bien en salud”. Prometió eficiencia y transparencia en el uso de los recursos destinados a la atención médica y apuntó a mejorar significativamente la infraestructura y el equipamiento de los centros de atención médica en cada distrito del país.
“Basta de largas filas de espera y de equipamiento inservible por falta de insumos o mantenimiento. En salud, los errores se pagan con vidas”, advirtió el mandatario.
En el ámbito económico, Peña estableció una meta ambiciosa: la creación de 500.000 nuevos empleos de calidad. Subrayó que la prosperidad del país no se mide solo por indicadores macro económicos, sino por el bienestar tangible de las personas.
“La gente necesita dinero en el bolsillo, oportunidades de empleo digno y la posibilidad de ahorrar e invertir en un futuro mejor para sus familias”, explicó Peña.
Para alcanzar este objetivo, el presidente afirmó que el Ministerio de Economía será fundamental para formular, coordinar y supervisar las políticas económicas del Estado, generando incentivos para las industrias y atrayendo inversiones e innovaciones tecnológicas.
Peña no perdió la oportunidad de expresar su gratitud hacia Horacio Cartes, presidente de su partido y figura clave en su carrera política. Le agradeció por “perseverar en la construcción de consensos y en la búsqueda de acuerdos por sobre las diferencias”.
“Hoy nos toca llevar esa vocación política al servicio de todos los paraguayos. Deseamos ser un partido al servicio de la nación”, concluyó Peña.
Santiago Peña, de 44 años, asumió la presidencia de Paraguay con un discurso que establece un tono claro y ambicioso para su mandato, marcando una era de potencial transformación en el país.
Fuente: Última Hora
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