Foto: Gentileza Última Hora
La senadora Lizarella Valiente, del movimiento Honor Colorado, causó consternación y debate en la Cámara de Senadores al denunciar que en una escuela de Caacupé, Departamento de Cordillera, los docentes exhibieron la película argentina “XXY” a los alumnos del séptimo, octavo y noveno grado.
Esta película dramática, dirigida por Lucía Puenzo y protagonizada por actores reconocidos como Ricardo Darín y Valeria Bertucelli, trata sobre la historia de una persona intersexual de 15 años.
Sin embargo, algunos contenidos de la película fueron catalogados como inapropiados por la senadora.
Valiente comentó que los padres de los alumnos estaban “traumatizados” ya que la docente que mostró la película les prohibió salir del aula y los amenazó con represalias si comunicaban la situación a sus padres.
Además, divulgó parte de la película en plena sesión de la Cámara de Senadores, generando indignación en sus colegas.
La senadora expresó su disgusto y preocupación por la exposición de este tipo de escenas a adolescentes, afirmando que los mismos docentes y directores “no pueden seguir en el cargo”. Lamentó profundamente el impacto que esto podría haber tenido en los jóvenes estudiantes.
Por su parte, otros senadores como Rafael Filizzola del Partido Democrático Progresista, señaló que la pornografía infantil se expone a penas severas y que este tipo de material no debe ser exhibido en el recinto.
Mientras, la senadora liberal Celeste Amarilla mencionó que la denuncia es grave y debe ser certificada e investigada por el Ministerio de la Niñez y la Fiscalía.
Esperanza Martínez, legisladora por el Frente Guasu, enfatizó la importancia de no manipular la información y de seguir el proceso de corrección correspondiente si se verifica que los hechos son ciertos.
La denuncia ha provocado una ola de debate y preocupación sobre la educación y protección de los niños y adolescentes en el país.
La escuela en cuestión no ha sido identificada públicamente, en cumplimiento del Código de la Niñez y la Adolescencia.
La gravedad del caso ha generado una amplia repercusión y abre una discusión urgente sobre los contenidos educativos, la responsabilidad de los educadores y la necesidad de proteger la integridad de los estudiantes en el entorno escolar.
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