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Fusión entre el Ministerio de Salud e IPS, inviable según Pedro Halley

La propuesta de fusión entre el Ministerio de Salud y el Instituto de Previsión Social ha sido calificada como inviable tanto políticamente como constitucionalmente por Pedro Halley, exgerente de Prestaciones Económicas del IPS. En medio de un servicio colapsado, la unificación podría empeorar la situación.

Foto: Gen

La reciente propuesta de fusión entre el Ministerio de Salud y el Instituto de Previsión Social (IPS) ha generado un gran debate en el ámbito político y social del país.

En declaraciones a ABC Color, Pedro Halley , exgerente de Prestaciones Económicas del IPS, afirmó que la unificación de ambas entidades resultaría un “camino inviable”, que choca con los principios constitucionales y la ley actual que regula el sistema de salud en Paraguay.

La fusión, que en teoría apunta a brindar la misma atención médica a todos los ciudadanos, fue rápidamente cuestionada por Halley, quien la describió como una “ensalada rusa, muy difícil de llevar adelante”.

Argumentó que el artículo 95 de la Constitución Nacional, orientado al trabajador y su familia, no contempla que el IPS esté al servicio de toda la ciudadanía.

Además, Halley subrayó la realidad de un sistema de salud que ya se encuentra en una situación crítica. “Hoy en día el servicio se encuentra prácticamente colapsado y eso podría empeorar si se fusiona con el Ministerio de Salud”, expresó.

Uno de los principales obstáculos que se presentan ante esta propuesta es la Ley 1.032 del Sistema Nacional de Salud, que divide y organiza la salud pública en diferentes sectores, como el IPS, la salud prepaga, la universitaria, la sanidad militar y policial.

“La ley dice claramente que se trabajará de forma conectada, mediante alianzas estratégicas, para que cada uno atienda a su sector lo mejor posible. No habla de la posibilidad de que en algún momento el uno absorba al otro”, enfatizó Halley.

Para llevar a cabo la fusión, no solo sería necesario un profundo análisis político y social, sino también una modificación de la Constitución Nacional y la mencionada ley, lo que podría llevar a una compleja y prolongada batalla legal y legislativa.

La propuesta, aunque puede tener buenas intenciones, enfrenta un camino lleno de desafíos y controversias. Solo el tiempo dirá si el debate se transformará en acción o quedará como una idea en el papel, mientras el sistema de salud continúa necesitando soluciones concretas y urgentes.

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