Foto: Nadia Cano
El Hospital de Trauma, uno de los principales centros médicos del país, ha anunciado que se encuentra en “código rojo” debido a la excesiva cantidad de pacientes que están siendo atendidos. El director general del hospital, el doctor Juan Manuel Fernández, declaró esta situación en una conferencia de prensa, evidenciando la necesidad de tomar medidas inmediatas.
La cantidad de pacientes atendidos ha alcanzado un promedio alarmante de 2.000 personas por semana. La situación es aún más crítica ya que una gran cantidad de estos casos están relacionados con accidentes en motocicleta. De los 238 accidentes de tránsito atendidos en la última semana, 177 fueron accidentes de moto, lo que equivale al 75% de los casos. Esta cifra se mantiene invariable, según señaló el doctor Fernández.
Esta avalancha de casos ha provocado la ocupación masiva de camas en la unidad de cuidados intensivos. Además de los accidentes de tránsito, el hospital atendió 89 casos de agresiones y 7 por violencia intrafamiliar en la última semana.
De los 11 fallecidos registrados en la última semana, 5 muertes corresponden a accidentes en motocicleta. Es perturbador el hecho de que todos circulaban sin el casco de protección, lo que pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad vial.
El informe semanal también destacó el importante número de cirugías realizadas. Durante los últimos siete días se llevaron a cabo 70 cirugías de urgencia y 91 operaciones programadas.
La declaración de “código rojo” en el Hospital de Trauma es un llamado a la acción y una señal de alarma para la comunidad. La creciente cantidad de accidentes, especialmente los relacionados con motocicletas, y el número elevado de pacientes que requieren atención inmediata, exigen una respuesta coordinada de las autoridades y la sociedad.
Es fundamental trabajar en campañas de concientización, mejorar las medidas de seguridad vial y fortalecer las regulaciones para evitar que esta situación continúe empeorando.
La salud pública es una responsabilidad compartida y el “código rojo” es un recordatorio de la urgencia con la que se deben enfrentar estos desafíos.
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