Durante una reunión con la comisión directiva de la Cámara de Senadores, el presidente electo Santiago Peña presentó sus planes para los próximos cinco años de Gobierno.
Entre sus propuestas, destaca la reorganización de instituciones del Poder Ejecutivo, incluyendo la posible eliminación de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac).
Peña argumentó que la dependencia estatal cuenta con menos de 20 funcionarios comisionados y que no ha descubierto casos de corrupción en una década. Afirmó que la Auditoría General del Poder Ejecutivo y la Contraloría General de la República (CGR) se encargarán de las pesquisas a casos de corrupción.
La senadora liberal Celeste Amarilla solicitó al presidente electo independencia en sus decisiones y mencionó la influencia del líder de Honor Colorado y titular de la ANR, Horacio Cartes.
Además, Peña respaldó al actual presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Hernán David Rivas, cuestionado por partidos de la oposición. Amarilla manifestó preocupación por la actitud de la oposición ante una mayoría “violenta, humillante y acaparadora”.
En otro contexto, el vicepresidente electo Pedro Alliana fue cuestionado por sus títulos universitarios, así como los de su esposa, la diputada electa Fabiana Souto.
Alliana negó las acusaciones, mencionando que cursó estudios en diferentes universidades, incluyendo la Universidad San Sebastián de Pilar, donde abrió una filial en 2014 que permitió al “clan Alliana” estudiar la misma carrera y obtener títulos de grado.
La reunión con los senadores reveló aspectos claves de la gestión de Santiago Peña, la posible reestructuración gubernamental y la importancia de la lucha contra la corrupción en el próximo Gobierno.
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