El transporte público es una infraestructura esencial en cualquier ciudad, y su eficiencia, accesibilidad y asequibilidad son componentes clave para la calidad de vida de sus habitantes.
En Asunción, la capital del país, se ha identificado una crisis en el sistema de transporte público que requiere una revisión sustancial.
Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Viceministerio de Transporte (VMT), casi la mitad (44,7%) de los encuestados viaja en sus automóviles privados durante su día a día, en comparación con un mero 15,3% que utiliza el transporte público.
Estos datos reflejan una imagen cruda: la ciudadanía de Asunción se siente disuadida de usar el transporte público, algo que el viceministro de Transporte, Óscar Stark, atribuye a su pobre desempeño y a la creciente capacidad adquisitiva de las familias.
En entrevista a ABC Color, Stark subraya que la situación actual del transporte público “no es sostenible”, añadiendo que el cambio hacia el uso de vehículos particulares supone un costo exorbitante para el Estado, que debe invertir en la ampliación de infraestructuras de tráfico, tales como calles, avenidas, autopistas, semáforos y viaductos.
Repensar el transporte público: una necesidad apremiante
La solución, según el viceministro Stark, reside en una “reforma” integral del sistema de transporte público, proponiendo que ahora es el “momento ideal” para implementarla, especialmente con la llegada de un nuevo gobierno.
Así, el VMT y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA) están ejecutando un plan maestro para mejorar el servicio. Este compromiso de mejora también es compartido por el presidente electo, Santiago Peña, quien ha puesto la reforma del sistema de transporte público entre sus principales prioridades.
Hacia una movilidad sostenible
La necesidad de reestructurar el transporte público de Asunción va más allá de las cuestiones de conveniencia y accesibilidad.
Representa una oportunidad para moverse hacia un modelo de movilidad urbana más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, reduciendo la dependencia de los vehículos privados y las emisiones de gases de efecto invernadero que generan.
Para ello, se debe hacer frente a los desafíos que actualmente impiden que el transporte público sea una alternativa válida para los ciudadanos. Esto incluye la mejora de las rutas y horarios del servicio, la modernización de la flota de vehículos y la mejora de las infraestructuras de transporte público.
Esperamos con ansias los esfuerzos renovados del gobierno y las autoridades de transporte para resolver esta crisis y crear un sistema de transporte público más eficiente, accesible y sostenible para Asunción.
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