Cada 26 de julio, celebramos el Día Mundial de los Abuelos, una conmemoración que coincide con la festividad católica de Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús según la tradición cristiana. En esta fecha, destacamos el papel esencial que los abuelos desempeñan en nuestras vidas y en la formación de nuestras familias.
Los abuelos no solo son guardianes de la historia y las tradiciones familiares, sino que también son maestros de vida y fuente inagotable de amor incondicional. Como señala la reconocida psicóloga Priscila Sarubbi, “Los lazos de amor de los abuelos son tan importantes y se cultivan cada día”.
Las personas que tuvieron la suerte de recibir cariño y atención de sus abuelos suelen ser más resistentes, más fuertes emocionalmente, y están más arraigadas en valores familiares y sociales importantes. Los abuelos transmiten experiencias y lecciones que perduran a lo largo del tiempo y que se transforman en guías para las generaciones venideras.
Además, la interacción con los nietos trae alegría y vitalidad a los abuelos, fortaleciendo su sentido de propósito y autoestima. Como Sarubbi explica, “los nietos aportan alegría a esta etapa de los adultos, por lo que es importante integrar a los abuelos en el día a día de los niños”.
Sin embargo, a pesar de su importante papel, muchos abuelos se sienten invisibles o subestimados en nuestras sociedades modernas. Pueden experimentar soledad, estrés y ansiedad, lo que puede afectar negativamente su salud mental. Por eso, es crucial que pasemos tiempo de calidad con nuestros abuelos y los hagamos sentir valorados y amados.
Compartir actividades cotidianas con los abuelos, como tomar una merienda, cocinar juntos o simplemente charlar sobre las experiencias del día, puede tener un impacto positivo enorme en su bienestar emocional. Y para aquellos que no pueden visitar a sus abuelos, Sarubbi sugiere visitar hogares de ancianos y “adoptar” a un abuelito para escuchar sus historias y compartir momentos preciosos.
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