El cantante Tony Bennett ya ganó 20 premios Grammy, el primero en 1963. Foto: TN
Este viernes, la música perdió a una de sus máximas figuras, Tony Bennett, quien falleció a los 96 años en Nueva York. Su legado perdurará como el último de una generación de cantantes estadounidenses clásicos, cuyo espíritu incesantemente alegre unió generaciones y lo convirtió en un creador de éxitos durante siete décadas.
Criado en una época en la que las grandes bandas definían la música pop estadounidense, Tony Bennett logró un improbable segundo acto al ganarse al público joven en la década de 1990.
Su emblemática canción de 1962, “I Left My Heart in San Francisco” (Dejé mi corazón en San Francisco), lo catapultó a la fama, y su carrera resurgió en los años 80 y 90, brindándole una popularidad sostenida hasta la vejez.
Con 19 premios Grammy en su haber, incluido uno a toda su carrera en 2001, y más de 50 millones de discos vendidos en todo el mundo, Tony Bennett dejó una huella imborrable en la industria musical.
Comparado con Frank Sinatra desde sus inicios, Bennett inicialmente trató de distanciarse, pero finalmente siguió el camino de otros cantantes de antaño, presentándose en clubes nocturnos, televisión y cine.
Su presencia escénica era inigualable, con una sonrisa acogedora y un traje elegante que complementaban su voz fuerte y claramente enunciada, resultado de su entrenamiento en la tradición operística del Bel Canto.
En 2016, se le diagnosticó Alzheimer, pero incluso con esta condición, siguió cantando y mantuvo su repertorio en memoria. Su devoción por la música nunca flaqueó, y su amor por interpretar las mejores canciones para su público lo mantuvo firme en su carrera artística.
Aunque las tendencias musicales cambiantes, como la invasión británica liderada por The Beatles, afectaron temporalmente su popularidad, Bennett se mantuvo fiel a sí mismo y su estilo, sin hacer concesiones a las modas del momento. Su autenticidad y sinceridad resonaron con el público, lo que le permitió continuar deleitando a sus seguidores con su música única.
La partida de Tony Bennett deja un vacío en el mundo de la música, pero su legado perdurará en cada nota de sus icónicas canciones y en los corazones de quienes disfrutaron y apreciaron su inigualable talento.
Su música seguirá siendo una fuente de inspiración para generaciones futuras y un recordatorio de la importancia de ser auténtico y apasionado en lo que se ama hacer. Descansa en paz, Tony Bennett, tu voz seguirá resonando en nuestras almas.
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