La directora de una escuela de Central partió la chipita únicamente con un martillo. Captura de vídeo/UH
En medio de la constante lucha por mejorar la educación en Paraguay, un nuevo escándalo salpica a las instituciones educativas del país. Recientemente, se ha denunciado que la chipa distribuida como parte de la merienda escolar en escuelas de Central es tan dura que solo puede ser partida con un martillo.
La directora de una escuela en Villa Elisa fue quien hizo público este problema, demostrando mediante un video que circuló por grupos de WhatsApp que una unidad de este producto, más duro que una piedra, no podía ser partida sin la ayuda de un martillo.
El Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) ha anunciado su apoyo a una denuncia formal ante las instancias educativas pertinentes, incluyendo la supervisión de la zona y la Dirección de Educación Departamental de Central. En palabras de Miguel Marecos, titular del gremio de directores: “Estamos mal. Este tipo de productos no pueden distribuirse en las escuelas, nosotros exigimos calidad para los niños”.
La empresa detrás de esta chipa es Alimentos Mimi, que tiene como representante a Marco Manuel Ortiz Guerrero. Esta firma fue adjudicada durante la era de Hugo Javier en Central para el reparto de galletitas, con un contrato valorado en más de G. 19.906 millones.
Marco Ortiz, representante legal de Alimentos Mimi, afirmó desconocer el video y la denuncia, argumentando que la empresa sigue los parámetros de calidad estipulados en el contrato y que cualquier denuncia debe realizarse ante los canales correspondientes.
El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) ha manifestado que los directores deben realizar los controles de cada artículo de alimentación escolar. Sin embargo, este incidente pone en evidencia la necesidad de una mayor supervisión y control sobre la calidad de los alimentos distribuidos en las escuelas.
La secretaria de Educación de Central, Raquel Solaeche, ha asegurado que se verificará la situación. Mientras tanto, los estudiantes, padres y docentes esperan respuestas y acciones concretas para garantizar que los alimentos distribuidos en las escuelas sean seguros y nutritivos.
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