La boda colectiva, que tuvo lugar en el emblemático tinglado del Instituto Salesiano San José el sábado 8 de julio, contó con la participación de parejas de todas las edades y etapas de la vida. Este casamiento colectivo, el segundo de su tipo, fue organizado por la Fundación Santa Librada, que trabaja para ofrecer a las parejas la oportunidad de formalizar su amor y compromiso.
Entre las parejas que dijeron ‘sí’ en el altar, hubo algunas que ya llevan casi medio siglo de convivencia, así como otras que apenas están comenzando su viaje juntos. Una de las parejas destacadas fue la formada por Dionisia Florentín y Pedro Godoy, quienes han compartido su vida durante casi 50 años. La emoción era evidente en sus rostros mientras expresaban su gratitud por la oportunidad de oficializar su unión.
En contraste, la pareja más joven, compuesta por Telma Domínguez y Guido Recalde, lleva cinco años de convivencia. Esta joven pareja, con una hija de cuatro años, expresó su alegría y agradecimiento por poder formalizar su relación en este evento.
Presidida por el obispo Miguel Ángel Cabello, la ceremonia comenzó con el ingreso de las parejas, acompañadas por sus seres queridos. Los sacerdotes de la Parroquia salesiana María Auxiliadora estuvieron presentes para bendecir las uniones, dando a las parejas no solo la aprobación de sus familias, sino también la bendición de Dios.
Este casamiento comunitario fue una oportunidad única para estas parejas, muchas de ellas provenientes de familias humildes, para formalizar sus uniones sin los altos costos que suelen implicar las bodas. Fue un evento lleno de alegría y amor, un testimonio de la fuerza y la belleza del compromiso y la dedicación en todas las etapas de la vida.
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