Art. 290 modificado. Foto: FB Tribunal Superior
En la última sesión legislativa de este período legislativo se ha sancionado un proyecto de ley que elimina algunas restricciones y plazos a la propaganda electoral. Esta decisión no solo transformará la forma de hacer política, sino que también amenaza con desatar una polución visual sin precedentes en los espacios públicos.
La recién aprobada ley da vía libre a los partidos políticos para inundar las calles con su propaganda sin límite de tiempo. Este hecho representa un cambio drástico en la regulación electoral, que hasta ahora limitaba estrictamente los períodos de propaganda para preservar el orden y la estética de los espacios públicos.
El impacto de esta ley se extiende más allá de la simple visibilidad de los anuncios electorales. Algunos expertos advierten que la polución visual puede tener efectos perjudiciales en la salud mental y el bienestar general de los ciudadanos. Además, la sobresaturación de propaganda política podría desensibilizar al público, lo que dificultaría la capacidad de los votantes para evaluar y contrastar las propuestas de los diferentes candidatos.
La aprobación de esta ley ha sido recibida con críticas por parte de quienes consideran que se trata de una decisión a favor de los intereses políticos en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos. A pesar de las críticas, la ley ha sido aprobada y ahora está en manos del Poder Ejecutivo.
Mientras tanto, los ciudadanos y residentes se enfrentan ahora a la perspectiva de una polución visual cada vez mayor. Solo el tiempo dirá cuál será el verdadero impacto de esta controvertida ley en el paisaje urbano y en la vida política del país.
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