En una decisión sin precedentes, la Sala Civil y Comercial de la Corte Suprema de Justicia ha ratificado la sentencia que obliga al pago de una multa por la muerte de una mascota. La clínica veterinaria La Quinta S.A ha sido ordenada a pagar una suma de Gs. 30 millones a una pareja cuya perrita de cinco años, llamada Mía, falleció.
Este hecho histórico ocurrió ayer, cuando la Corte Suprema de Justicia decidió que la clínica veterinaria debía responder por los daños morales causados por la pérdida de Mía, marcando un hito en la jurisprudencia del país. Los ministros de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Jiménez Rolón, César Garay y Antonio Martínez Simón, validaron la sentencia en un juicio de indemnización por daño moral sin precedentes por la muerte de una mascota, de acuerdo al informe de ABC Color.
La pareja, compuesta por Juan Carlos Klein y Claudia Patricia Vera, llevó a Mía a la clínica veterinaria La Quinta S.A debido a un problema de mal aliento. Según el testimonio de la pareja, llevaron a Mía a la clínica para una limpieza de sarro y un baño. Sin embargo, cuando volvieron, descubrieron que la perrita había sido sometida a una operación dental sin su permiso, y la herida no había sido suturada correctamente.
Al día siguiente, recibieron la devastadora noticia de la muerte de Mía. Les informaron que Mía posiblemente padecía de leishmaniasis, una enfermedad parasitaria. La dueña de la clínica defendió su postura en el juicio, alegando que los dientes de Mía no fueron extraídos, sino que se cayeron por sí solos debido al sarro. También sostuvo que Mía fue vigilada cada 30 minutos después del procedimiento.
No obstante, durante el juicio, un médico veterinario independiente confirmó que Mía sufrió una hemorragia originada en la cavidad bucal que resultó en su descompensación y muerte. No se encontró ninguna condición médica preexistente que pudiera haber causado el trágico final.
Esta histórica decisión de la Corte Suprema de Justicia marca un punto de inflexión en la forma en que se consideran los derechos de las mascotas y la responsabilidad de los cuidadores profesionales. La muerte de Mía, aunque trágica, ha llevado a un cambio en el sistema legal, estableciendo un precedente que puede tener implicaciones de largo alcance para las clínicas veterinarias y los dueños de mascotas en el futuro.
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