Mbururu en juicio. Foto: Fredy Flores/ABC Color
Pese a sus múltiples procesos judiciales en curso, Mbururu insiste en su derecho a ocupar el cargo para el cual fue electo por 53.000 ciudadanos paraguayos. Durante su juicio por coacción grave y robo, que se reanudó recientemente, el nuevo legislador defendió su legitimidad al cargo.
En su intervención, Mbururu solicitó la liberación de su líder, Paraguayo Payo Cubas, quien, según él, está detenido injustamente. A pesar de las peticiones de Cubas para que no asuma como senador, Esquivel sostiene que se debe respetar la ley y la voluntad del pueblo, tal como lo señala el artículo 2 de la Constitución Nacional. En este aspecto, Mbururu recibió el apoyo de la senadora Yolanda Paredes, esposa de Cubas, quien también insistió en el respeto a la ley.
Mbururu ha expresado dudas sobre la veracidad de la carta en la que Cubas le pide que no asuma el cargo, y afirmó que se encontrarán «próximamente en libertad». Las declaraciones de Esquivel se dan en un contexto de múltiples acusaciones penales en su contra, que incluyen desde la exposición al peligro terrestre, hasta el incumplimiento del deber legal alimentario, violencia familiar, robo agravado y abuso sexual en niños.
Además de estos cargos, Esquivel enfrenta prisión preventiva por varios delitos, entre los que se encuentra el intento de homicidio doloso y la tentativa de coacción sexual durante un incidente en Itakyry. En este incidente, Mbururu ingresó a una propiedad con un grupo de indígenas. Otro caso grave es el de un supuesto abuso sexual a una niña de 12 años en Ciudad del Este, un delito registrado hace tres años pero denunciado recientemente.
Consultado si está negociando con algunos senadores la presidencia de la Cámara Alta a cambio de su juramento, Mbururu esquivó hacia cuestiones incongruentes diciendo, “negociando no sería la palabra, ese audio que salió, yo estaba con mi abogado, cinco senadores somos y lo que yo dije fue que se reúnan en alguna parte”. “No hablé con nadie”, agregó.
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