Bruna Wan Kitman, la polémica empresaria e influencer, una vez más se encuentra en el ojo de la tormenta, luego de que uno de sus colaboradores la denunciara.
El denunciante, identificado como Luis Miguel Sanabria Dávalos, quien se desempeñaba como custodio y chofer de la mujer, dijo que trabajaba sin derecho a un día libre por semana, ni feriados, ni vacaciones. Sin embargo, la “gota que colmó el vaso” fue cuando recibió el lunes una orden de viajar en ómnibus a Asunción, en donde Bruna Wan también fija residencia, para buscarla y trasladarla en su vehículo de regreso a Ciudad del Este, de acuerdo al informe de La Clave.
Durante el viaje de retorno a bordo de una lujosa camioneta de la empresaria, en horario nocturno, un animal les salió al paso y para evitar tumbar o un percance mayor, el conductor atropelló el animal, sufriendo el rodado algunas abolladuras menores en el paragolpes.
Al día siguiente, el vehículo fue llevado a la aseguradora para su reparación, que llevaría unos días, por lo que Wan indicó que alquilaría otro y que el costo del arrendamiento lo deberá pagar él, por ser “el responsable de la situación”, según se supo.
Tras la protesta del hombre, la mujer lo despidió de inmediato y sin pago alguno, motivo por el cual Sanabria Dávalos la denunció ante el Ministerio del Trabajo, en donde quedó fijada para el martes 24 de enero la audiencia tripartita para tratar de encontrar una solución al caso.
Al respecto, Bruna Wan manifestó que no va a responder nada y que su abogada ya se encuentra trabajando en el caso.
Añadió que “cada uno dice lo que quiere y sabe lo que es verdad y lo que no es verdad” y que el tiempo tiene la mejor respuesta para todos.
Aseguró que ella no tiene nada que probar y que después de esas declaraciones ya no hablaría del tema.
Bruna Wan, propietaria de Shopping Lion, había sido imputada por el fiscal Julio Paredes, de la unidad especializada en la lucha contra la propiedad intelectual y el contrabando, por el supuesto hecho punible contra la Ley de marcas.
El proceso se abrió bajo sospecha de que la empresaria habría estado comercializando productos falsificados en su local comercial.
Además Bruna Wan se vio envuelta en un escándalo cuando familiares de una bebé que estaba por nacer y que realizaban una campaña de donación para conseguir fondos para su intervención, la contactaron para que la influencer los ayude.
Sin embargo, la misma se negó mencionando que los funcionarios de marketing de su empresa no le permitían hacer ese tipo de actividades.
La acción de Wan generó una ola de críticas en las redes sociales en ese entonces.
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