La Municipalidad de Asunción pagó por el recapado de 27 cuadras, de la avenida Eusebio Lillo, unos G. 1.300 millones.
A partir de ahí, surgió el reclamo ciudadano ante la evidente falta de coordinación entre la comuna capitalina y la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), que una vez más “rompió” el nuevo asfalto.
El ingeniero Fernando García, gerente de Redes de la aguatera, justificó la destrucción del asfalto nuevo debido a que hallaron un nuevo caño roto.
“Es una cañería que no sabíamos que existía. Cuando estaban recapando nos envían un video y nos avisan que había una pequeña pérdida, hasta a nosotros nos sorprendió el caño en ese lugar”, sostuvo García, en contacto con ABC.
Admitió que necesitan realizar una actualización de planos, ya que como en esta ocasión es posible que la institución desconozca algunas de las conexiones. Agregó que ese trabajo implica un gran costo económico.
Explicó que la empresa realizó todo el cambio de cañería de la avenida Eusebio Lillo, desde San Martín hasta Coronel Escurra.
García aseguró que trabajan en conjunto con la Municipalidad de Asunción y se realizan los cambios de cañería antes que los obreros procedan a reparar las calles.
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