Este lunes el uso de las mascarillas dejó de ser un imperativo en todo el país, tras más de dos años de obligatoriedad a causa de la pandemia.
El síndrome mencionado se trata de una fobia que se caracteriza por la sensación de inseguridad que se genera en la persona al dejar al descubierto la cara, en este caso, por la retirada de las mascarillas, de acuerdo a lo informado por ABC de España.
Este síndrome puede tener dos orígenes, el miedo a mostrarse a los demás y la fobia a contagiarse. Afecta en mayor medida a los adolescentes, ya que afecta a los jóvenes en una etapa de la vida de crecimiento personal y físico, aspecto en el que sufren muchos cambios.
En los últimos dos años, el tapabocas sirvió como “escudo protector” para ocultar aspectos personales como el acné, el vello en el rostro y hasta los frenillos en los dientes.
Pero no solo afecta a los jóvenes, sino también a los adultos, quienes podrían sufrir el síndrome de la cara vacía, tras haber ganado seguridad por llevar la mascarilla.
Un factor que es importante para quienes padecen la fobia consiste en volver a la normalidad de a poco, de manera a que se den cuenta de que pueden ser aceptados con o sin mascarilla.
Siempre de acuerdo al medio citado, los expertos recomiendan hacer una lista de situaciones que se detecten como incómodas para la persona, de menor a mayor grado, y a partir de ahí, ir enfrentándose a ellas de las más sencillas a las más complejas.
Los afectados además deben colocar en la balanza todos los beneficios que conlleva el no usar el cubrebocas, como puede ser una respiración más óptima, una mejor vista o sentir menos calor, entre otras cuestiones.
Opiniones
El canal español TVE salió a las calles y realizó un sondeo con las personas en las calles. “Adentro me da un poquito de cosa todavía”, dijo una joven. “¿A mí, miedo? En absoluto”, respondió un hombre de avanzada edad. Otro consultado, afirmó que sigue utilizando protección en “ciertos momentos”.
José Miguel Sánchez, psicólogo del trabajo, conversó con Negocios TV y habló sobre el proceso de dejar de usar la mascarilla y recomendó que “cada uno lo vivamos desde nuestra decisión y elección, pero partiendo de que es algo positivo, la pandemia ya no es tan peligrosa como antes para toda la sociedad, por tanto, podemos permitirnos ya dar pasos”.
