Foto: Captura de video.
“La histórica estación central del ferrocarril está siendo invadida por campesinos. Rompieron el portón e ingresaron a la fuerza. Nuestro patrimonio histórico en toda la estación y en el museo, expuesto. Ya pedimos apoyo a la Policía”, expresó Ramírez López, quien rápidamente recibió duras criticas tras la publicación.
Minutos después, organizaciones campesinas que llegaron a Asunción para su marcha y fueron sorprendidos por el temporal que azotó la capital, emitieron un comunicado repudiando las declaraciones del director del Ferrocarril y denunciando “la omisión de auxilio, mujeres embarazadas y adultos mayores en plena lluvia torrencial y el temporal”, además agregan que “pese a los reiterados pedidos de las organizaciones campesinas, cerró las puertas a la gente”.
“Campesinos niegan la invasión del ferrocarril y ratifican su total apego a la defensa del patrimonio público. Por otro lado recuerda al director del Ferrocarril, que por años permitió el saqueo del patrimonio público y descuidó la protección de los bienes del ferrocarril pese a ganar G. 30 millones al mes, sin trabajar y dotar de ferrocarril al pueblo paraguayo”, sentenciaron los campesinos.
Asimismo, aseguraron que “su negligencia personal de años, llevó al abandono y la desidia, privando al Paraguay de contar con un transporte de ferrocarril eléctrico, que podría ser útil al pueblo, en esta etapa de suba de combustibles”.
Finalmente, señalaron la forma “inhumana e insensible de comportarse, frente a los reclamos campesinos e indígenas, pinta de cuerpo y alma en manos de quien está un patrimonio que se cae a pedazos, producto de su mala gestión”.
Este miércoles, tras culminar una reunión entre los campesinos y el Ministro del Interior, Federico González manifestó: “Apelamos a la solidaridad, ya vieron como están nuestros compañeros, necesitamos carpas”. Mencionó uno de los dirigentes, quien también agradeció a las autoridades de la Comandancia de la Policía Nacional, donde resguardaron a mujeres y niños tras el temporal. Sin embargo una gran cantidad de personas siguen en el ferrocarril y precisan de alimentos y materiales de contención.
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