Nandito nació prematuro el 2 de diciembre de 2016, con 32 semanas y con secuelas de toxoplasmosis congénita. Tiene parálisis cerebral infantil y ceguera total, lo que lo limita bastante en la parte motriz y cognitiva.
Actualmente, tiene una pequeña luz de esperanza para que mejore su calidad de vida principalmente para que sea un poco más independiente. Se trata de una terapia regenerativa. Se tendría que realizar cinco sesiones en total en la ciudad de Cuenca, Ecuador.
La familia requiere al menos un 50% de la ayuda solidaria y tienen un plazo hasta el 30 de marzo para poder acceder a las terapias que tienen un costo de USD 3.000 cada una, es por eso que los padres del niño apelan a la solidaridad de todo un país, de acuerdo a lo mencionado por los padres a través del SNT.
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