El uniformado explicó que en su mayoría los que tienen sobrenombres particulares son los cabecillas, tales como el recordado, Jakaré Po, que era líder de una banda.
A la lista se agrega los motes de Kung Fu Panda, Grillo, Paloma, Mberu’i, Robocop, entre otros.
El comisario mencionó también que los sobrenombres son adquiridos en la cárcel.
Todos los motes tienen una historia detrás. A muchos sus apodos les fueron puestos por parecerse a animales, personajes de películas y otros.
El comisario hizo un repaso sobre los motes y sus explicaciones, en el caso de “Kure Blanco”, por ejemplo dijo que era blanco y obeso. En cuanto a “Kung Fu Panda”, aseguró que “no es valde” se le dice de esa manera.
Apuntó también que un delincuente era conocido como “Tyson”, por el parecido que tenía con el boxeador Mike Tyson. Con relación a “Paloma”, dijo que “si le observás bien, su cara es una paloma”.
Uno de los apodos más creativos mencionados por el uniformado fue “Evangelio Tupao”, al cual se lo llamaba así porque era grande y no tenía “santo”.
Tal fue el detalle en el que entró el comisario que incluso recordó que “Loro”, un conocido robacoches de la zona de Lambaré, fue su amigo de infancia.
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