Tragamonedas. Foto: Yogonet.
Días atrás, el expresidente de la Conajzar, Javier Balbuena, dijo a Radio 1000 AM, entre otras palabras, que la institución privatizó funciones, ya que la firma en cuestión incluso puede cobrar cánones.
El diario ABC Color hizo un extenso reportaje en el cual sigue los pasos de la iCrop. En el texto se narra que la sociedad fue constituida en 2009 con un capital de G. 2.500 millones. En aquel entonces, su denominación era “Songhe Industrial SA”. Sus socios eran ciudadanos orientales y el objetivo de la firma eran las operaciones en rubros como el textil, comercial, servicio, entre otros.
Hoy en día, la empresa iCrop tiene como directivo a Anderson Luis Lamb Vosh. Así también aparece como directivo Pedro Paulo da Silva Pedroso de Alburquerque, pero no se constataron referencias de sus actividades en nuestro país.
Tras el cambio de denominación, la empresa presentó una propuesta a la Conajzar para “regularizar” la situación de las máquinas tragamonedas, esto en sitios exclusivos de juegos de azar en el país.
En el documento que entregaron a la Conajzar indican que la compañía fue construida hace varios años y que trabajan en desarrollar valores de innovación tecnológica, y se describen como una firma calificada para ser responsable de la nueva modalidad de explotación con intervención en tragamonedas.
Es así que se les autorizó para dicha actividad bajo la resolución Nª34 del 8 de octubre del 2020. Se debe mencionar que la institución no hizo ningún tipo de concurso ni licitación.
Por otro lado, Carmen Alonso, directora de la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben), institución a la que se destina una parte de los recursos de Conajzar, dijo que para la decisión del contrato directo se consideró que no hay un control en la explotación de las referidas máquinas en sitios no exclusivos de juegos de azar.
Apuntó que con esta iniciativa a implementar se podrá conocer la cantidad de aparatos existentes y su ubicación exacta. Sin embargo, no supo precisar datos sobre los antecedentes de la empresa iCrop.
La oficina declarada en la ciudad de Hernandarias, del departamento de Alto Paraná, no fue ubicada por ABC. Además, se verificó un supuesto lugar donde los explotadores de tragamonedas fueron citados por la compañía, y en el sitio estaba ubicada una casa, específicamente en el Cuarto barrio de Luque.
El medio tampoco logró su cometido en Luque, a pesar de que inicialmente un hombre dio fe sobre la ubicación de las oficinas. Luego también se hizo la búsqueda en zona de Loma Pyta, en la capital, pero tampoco fue hallada dependencia alguna.
En su página web, iCrop afirma tener agencias en varios puntos del país, sin embargo no aporta ni dirección exacta ni número telefónico.
De acuerdo a los datos brindados por la Conajzar, iCrop solo censa y catastra las máquinas tragamonedas, lo que consiste en colocar un código QR para conocer la ubicación exacta.
El comité le dio a esta empresa la potestad de cobrar G. 300.000 por cada máquina al mes a los explotadores, y de ese monto, destina al Estado la suma de G. 88.051.
En el Senado se había tratado el tema relacionado a la concesión de Conajzar a iCrop. Se pidieron reportes a Hacienda, Fiscalía, Contraloría y al propio regulador, de acuerdo a lo informado por el medio citado.
Quien fue más allá fie el asesor en lavado de dinero, Luis Rojas, quien afirmó que iCrop es una empresa de “maletín”, que solo censa las máquinas, sino que también explota las mismas. Dijo que apunta a registrar “máquinas fantasmas” para generar una estructura que permita lavar dinero.
Ariel Peña, gerente de la firma, conversó con la 970 AM en enero de este año y dijo que el contrato que tienen con la Conajzar correrá por cinco años y que estiman que hay más de 100.000 máquinas tragamonedas en el país.
En aquel momento, explicó que la firma espera hacer todo el censo de las máquinas y georreferenciarlas en un sistema, para el posterior cobro del canon correspondiente.
En nota publicada este jueves en la edición impresa del diario se consigna que se buscó hablar con Ariel Peña, pero no fue posible.
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