Este domingo concluyó el novenario a la Virgen de Caacupé con la misa presidida por el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. El monseñor realizó una advertencia sobre la dictadura de relativismo moral y la colonización ideológica.
Con el lema “la eucaristía nos compromete a la solidaridad y al servicio del prójimo”, Valenzuela manifestó que la celebración eucarística impulsa el amor a la vida, valor de la familia, matrimonio entre el hombre y la mujer y la sobrevivencia posterior a la pandemia.
“Una de las amenazas a nuestra fe eucarística es la obsesión mediática y política de los llamados progresistas o progres que tratan de instalar a través de un lenguaje manipulado el pensamiento único, una mirada errónea, deductiva y desnaturalizada de los derechos humanos, basados en nuevos parámetros que pretenden un cambio radical contrario a las instituciones y los valores de la sociedad paraguaya”, señaló.
El arzobispo continuó desarrollando su idea: “Estos progres intentan implementar un esquema de lo políticamente correcto para someter a la población a una dictadura de relativismo moral y una colonización ideológica sometida a la dictadura, incluso si les fuera posible, en complicidad con los mismos gobernantes”.
En tal sentido, se dirigió a las autoridades diciendo que deben defender a la población del ataque ideológico, protegiendo la vida humana desde la concepción y a la familia como piedra fundamental de la sociedad.
“Es impresionante el tsunami que se avecina a nuestro país proveniente de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la Organización de los Estados Americanos en el interés de reducir y controlar la población mundial a través de los programas de los diversos ministerios del Gobierno”, subrayó.
Manifestó que con conceptos ambiguos sobre enfoque de género y educación sexual integral se pretende ejercer el control y dirigir a la ciudadanía hacia la mirada genitalista, edonista en la búsqueda del placer egoísta y frustrante cegada de la sexualidad.
Valenzuela sostuvo que existe un intento repetido de tratar de instalar la legalización del crimen del aborto y que lo mismo será con la eutanasia. Ambos campos son una amenaza a la racionalidad, la vida, la familia, matrimonio hombre-mujer y las libertades básicas de conciencias, enseñanza y culto.
“Bajo el amparo de nuestra Virgen Inmaculada, Paraguay se proclama siempre provida y profamilia y libre”, expresó el arzobispo metropolitano, de acuerdo al informe de Última Hora.
Esta web usa cookies.