El tema de la liturgia fue el de: “La Asamblea Eucarística es el centro del Domingo”.
El prelado mencionó que muy pronto se vencerá la pandemia de la mano de Dios.
Refirió que los seres humanos debemos pensar cuales son las espinas que lastiman el corazón de cada paraguayo.
Mencionó que, en algunos aspectos de la vida, en este tiempo de pandemia se resaltaron los hechos de solidaridad.
Destacó las ollas populares, los subsidios económicos y el cuidado de la salud del pueblo.
“Pero todavía hay espinas que continúan hiriendo a nuestros compatriotas”, expresó.
“Me viene a la memoria el deseo de cuidar la vida”, haciendo referencia a la obligatoriedad del uso de tapabocas.
Habló además del plan nacional de la niñez y adolescencia, e indicó que este busca inculcar a los niños y niñas ideas contrarias a los valores de la familia paraguaya y que incluso atentan contra la Constitución Nacional.
Dijo que estas ideas son contrarias a “nuestro ser paraguayo, como el aborto, el feminismo mal entendido”.
Mencionó también a los secuestros que son un flagelo en nuestro país. “Se continúan malgastando millones de guaraníes que salen de las arcas del estado mientras los familiares de las victimas continúan sufriendo”.
Recomendó que se realice una cumbre de Estado para atacar el contrabando y a los ladrones de guantes blanco.
Dijo, también que los problemas de tierra son una espina en contra del corazón de los ciudadanos.
Recalcó que la Virgen nos invita a cambiar de vida para beneficio propio y del de los demás.