6. Generosas propinas.
Anna Delvey no tardó en causar una gran impresión en el hotel Howard 11 con su generosidad: cada vez que se alojaba allí, repartía propinas de 100 dólares por cualquier cosa, desde llevar paquetes hasta coger recados.
La gente le pedía a gritos que les sirviera; ¡era como ganar la lotería! Sus fuentes de riqueza seguían siendo misteriosas e incuestionables, pero una cosa es cierta: todos querían participar en la acción de Anna si podían hacerse con esa dulce recompensa en metálico.
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