Agentes policiales de la Comisaría Primera de Caazapá tuvieron conocimiento del megaasalto ocurrido el 31 de agosto pasado, donde delincuentes se llevaron la suma de G. 1.300 millones, antes de que el robo ocurriera.
Dicha información fue confirmada por el subjefe de la mencionada sede policial, Crispín Brizuela, en su declaración testifical. El mismo, dos meses antes de que sucediera el atraco, conversó con Derlis Benítez Villagra, uno de los sospechosos.
El uniformado dijo ABC Cardinal que el hombre dentro de un automóvil le dijo que harían el golpe, que solicitó cobertura policial, además tuvo la intención de hablar con el director policial. Brizuela sostuvo que se negó a la propuesta, argumentando que no daría permiso para cometer el robo.
El jefe de la comisaría manifestó también que el 26 de agosto a las 21:50, Benítez volvió a comunicarse, reiterando el pedido.
Ambos diálogos, sostuvo, que comunicó a su superior, quien es jefe de la comisaría, el oficial inspector Carlos Ferreira.
Agregó que Derlis vive a una cuadra de la comisaría y que jamás pensaron que ejecutaría el atraco, aunque reconoció su error de no reportar lo acontecido al Ministerio Público.
Gracias al cruce de llamadas realizada dentro de la investigación, se corroboró que Benítez Villagra y sus cómplices mantuvieron comunicación con Brizuela y personas vinculadas a la Gobernación del citado departamento.
El fiscal Marcelo Ramírez, actualmente recusado en la causa, llamó a declarar a Brizuela en calidad de testigo y no de investigado, y expresó que eso no significa que el policía no será llamado a una declaración indagatoria, ya que se está analizando la carpeta.
De tal modo, aguarda que su colega, el agente fiscal César Martínez, convoque al uniformado.
Del golpe fueron víctimas, Domingo Cardozo y su esposa, propietarios de la Distribuidora Cardozo. Ambos sufrieron el asalto cuando se dirigían a un banco en Villarrica, ya que la sede del Banco Nacional de Fomento de Caazapá, se encontraba cerrada por cuarentena.
Marcos Antonio Espínola y su hermano, Wilson Espínola, ambos sospechosos y prófugos, cuentan con orden de captura.