ProChile impulsó como mecanismo de reactivación económica, la realización de actividades orientadas a generar un impacto real en beneficio de los exportadores chilenos y de los importadores paraguayos, obteniendo como resultado la diversificación de los productos y oportunidades de negocios, generando intercambio comercial entre ambos países.
La referida oficina puso a disposición de los importadores paraguayos alimentos funcionales o fortificados, alimentos libres, reducidos o bajos en sodio, azúcar u otros componentes críticos e ingredientes y aditivos naturales, así como alimentos orgánicos.
La oferta chilena está basada en tres factores clave: innovación tecnológica, desarrollo sostenible de nuevos productos y empaques, con alto valor en innovación alimentaria, vinculados con la calidad de vida, nutrición y prevención de enfermedades, todos ellos con certificados internacionales.
Así también, sus características geográficas, climáticas y de los recursos humanos ofrecen condiciones incomparables para la producción de alimentos de calidad.
“Somos los principales exportadores mundiales de uvas y arándanos frescos, así como de filetes de salmón; los segundos en frambuesas congeladas y ciruelas deshidratadas; y terceros en pasas, nueces y jurel congelado. Contamos con materias primas únicas, endémicas o nativas, tales como el maqui, calafate, papas chilotas, entre muchas otras, de las cuales se pueden extraer ingredientes y aditivos que otorgan valor agregado a matrices alimentarias y que son demandados por los mercados internacionales”, mencionó Carlos Brunel, director de la Oficina Comercial de Chile en Paraguay.
Brunel resaltó, además, que en lo que va del 2020 obtuvieron más de 230 reuniones bilaterales, tanto en formato presencial como virtual, brindando posibilidades comerciales a más de 70 exportadores chilenos y posicionando a más de 120 productos.
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