Con el número de muertos en Brasil ahora en más de 38.000 y aumentando, las tiendas y centros comerciales en Sao Paulo están abriendo sus puertas por primera vez en tres meses.
Rua Teodoro Sampaio, una calle tradicionalmente bulliciosa llena de tiendas de muebles de gama baja y tiendas de instrumentos musicales, poco a poco volvió a abrir desde el miércoles.
Un vendedor bloquea la entrada a Casa Santa Theresinha, una tienda de artículos para el hogar, que proporciona desinfectante para manos antes de que los compradores puedan ingresar y se asegura de que usen máscaras.
“Permitimos un máximo de cinco clientes a la vez”, menciona Flavio Almeida, el gerente de la tienda.
“Antes la gente venía y miraba a su alrededor, pasaba tiempo en la tienda; ahora entran, van directamente por lo que están buscando y pasan directamente a pagar para irse lo más rápido posible. Todos tenemos miedo, el personal y los clientes, pero qué podemos hacer, todos tenemos que trabajar”, explicó.
Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, no es la única. Varias ciudades y pueblos ya han experimentado con medidas para relajar el aislamiento social. Río de Janeiro, por ejemplo, está listo para permitir que los centros comerciales vuelvan a abrir desde este jueves.
Los funcionarios insisten en que la decisión se basa en mejorar las condiciones, como aumentar la disponibilidad de camas de cuidados intensivos y una curva de infección que se aplaste en algunos lugares. Pero a los expertos les preocupa que la prisa por volver a algún tipo de normalidad en todo el país pueda aumentar las transmisiones y posponer una recuperación real.
Brasil tiene el segundo mayor número de casos de covid-19 en el mundo y se espera que supere al Reino Unido en los próximos días como el país con el segundo mayor número de muertes después de Estados Unidos, reportó CNN.
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