Joven asesinado a golpes. Foto: Captura de video.
Fernando Báez Sosa, provenía de una familia humilde. Sus padres de nacionalidad paraguaya trabajan como encargados en un edificio.
El joven era hijo único y había viajado a la ciudad balnearia para pasar un fin de semana con sus amigos en la playa. Los conocía desde primer año del Colegio Marianista, de Caballito, donde había ingresado becado.
Todos los años, Fernando también viajaba a Carapeguá, de donde son oriundos sus padres, para visitar a familiares y amigos. Su papá trabaja como encargado en un edificio en Recoleta y junto a su madre fueron a la Argentina en busca de mejores oportunidades laborales.
Tras haber terminado el CBC en la Universidad de Buenos Aires (UBA) se preparaba para empezar la carrera de Derecho. Sin embargo, sus familiares aseguran que amaba el deporte e incluso consideró estudiar para ser profesor de Educación Física.
Su novia, quien también estudia abogacía, se encontraba en Pinamar con sus padres. Ellos fueron los primeros en viajar hasta Villa Gesell cuando se enteraron de la trágica noticia. Estaban en pareja desde hace más de dos años y se habían conocido en la secundaria.
Para sus amigos Fernando era un joven “humilde, bueno y solidario, que siempre estaba dispuesto” a ayudar a quien lo necesitara. Tampoco se caracterizaba por ser “peleador”.
Unos 11 jóvenes de entre 18 y 21 años quedaron detenidos por el asesinato. El violento ataque quedó registrado en varios videos que muestran cómo lo golpearon cuando estaba en el piso. La víctima fue trasladada en una ambulancia hasta el hospital Illia, de Villa Gesell, pero no logró sobrevivir.
Los detenidos son todos oriundos de Zárate y pertenecen a un equipo de rugby, y fueron identificados como Matías Franco Benicelli, de 20 años; Ayrton Michael Viollaz (20); Máximo Pablo Thomsen (20); Luciano Pertossi (18); Ciro Pertossi (19); Lucas Fidel Pertossi (20); Alejo Milanesi (20); Enzo Tomás Comelli (19); Juan Pedro Guarino (19), Blas Cinalli (18) y Pablo Ventura (18), publicó El Tribuno.
Por otro lado, los padres del joven exigen que se haga justicia y que los que tienen dinero no ejerzan sus influencias en el caso.
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