10 datos conocidos luego del primer año de la masacre en el microcentro

Aquella tarde de una jornada soleada de octubre transcurría sin mayores novedades, hasta que el olor nauseabundo llamó la atención de quienes esperaban buses en la vereda de Oliva.

Se trataba de los restos de Julio Rojas, quien tenía clavado en el pecho un espadín, con el que se cocinaba asado.

Con el correr de las horas, el operativo policial y fiscal removió una improvisada fosa, de la cual sacaron los cuerpos de dos mujeres y dos niños.

Lea los detalles del caso en estos 10 datos.