Durante los últimos tiempos, Paraguay se convirtió en la “tierra prometida” de muchas facciones criminales, debido a la falta de controles en las fronteras, la corrupción de las autoridades y los numerosos problemas sociales y económicos que atraviesa el país.
Además de los conocidos Primer Comando da Capital (PCC) y Comando Vermelho, existen otras organizaciones que también planean ingresar al territorio nacional y ponen en alerta a las autoridades.
La Secretaría del Comando Tripartito, compuesta por autoridades de Paraguay, Brasil y Argentina, confirmaron que existen al menos cinco facciones criminales que ya operan con “soldados” paraguayos.
Se trata de los conocidos grupos Comando Vermelho y PCC, además de otros denominados Taura, Bala na Cara y el Primer Grupo Catarinense, todos provenientes de Brasil.
Según autoridades paraguayas del Comando Tripartito, los criminales del vecino país pasan con facilidad al Paraguay. “Hay que tener en cuenta que para ingresar al país no se necesita generalmente la ubicación de los turistas. Hay que destacar también que la frontera con Brasil es frontera seca, donde fácilmente uno puede ingresar y salir”, manifestó una de las autoridades a la prensa.
La organización que se fundó a principios de los años 90 en Brasil, fue ganando fuerza en el vecino país y hoy cuenta con más de 20.000 integrantes.
En Paraguay, es la facción que más ha marcado presencia y recluta nuevos miembros sobre todo en las cárceles. Los reos que desean pertenecer al PCC deben “bautizarse” y son obligados a cometer crímenes de todo tipo.
Una de las características del PCC es que no cuenta con un único líder, sino que se maneja a través de jerarquías donde se delegan responsabilidades y se coordinan diferentes actos delictivos, como los amotinamientos en las cárceles que se realizan de forma simultánea.
Se calcula que en Paraguay ya existen al menos 500 miembros del PCC, los cuales manejan el tráfico de drogas en los penales de todo el país.
El grupo que nació en Río de Janeiro en 1969, llegó a ser una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.
Aunque en la actualidad ha perdido gran parte de su territorio, sigue marcando presencia en las zonas más vulnerables del vecino país y también cobra fuerza en Paraguay.
Aunque, según información de inteligencia, no llegan a ser más de 50 integrantes en el país, Comando Vermelho se caracteriza por su actuar implacable y criminal.
Es una de las organizaciones más nuevas y fue creada en el 2008 en la zona de Porto Alegre, Brasil. Su líder, el brasileño Luis Fernando Da Silva, alias “Perneta”, operaba tranquilamente desde Encarnación mientras que pesaban sobre él 30 órdenes de captura y un código rojo internacional por alta peligrosidad. Finalmente fue detenido en el 2018 por las autoridades paraguayas.
Es una de las organizaciones criminales más nuevas, fundada en el 2009 en el presidio regional de Pelotas del estado de Río Grande do Sul, a 1.050 kilómetros de la Triple Frontera.
Taura cuenta actualmente con unos 600 miembros, de los cuales la mitad están encarcelados y el resto en libertad condicional o ambulatoria. Los integrantes de esta facción criminal utilizan un tatuaje del personaje animado “Taz” con dos armas en la mano, que significa “somos imbatibles y destructivos para todos los que se atraviesan en nuestro camino”, según el estatuto de la organización criminal.
Anderson Ferreira, alias Hulk o Baixinho, se instaló en Alto Paraná y desde allí coordinaba a toda la organización. Con tan solo 36 años, Ferreira carga con nada más y nada menos 40 homicidios y más de una veintena de órdenes de captura. El mismo fue detenido a principios del 2019 y expulsado a su país.
No obstante, se desconoce la cantidad de integrantes de su facción que aún operan dentro de Paraguay.
El grupo formado en el 2003 es conocido por las siglas PGC y se convirtió en la mayor organización criminal del estado de Santa Catarina, Brasil. Desde allí lideran todo tipo de asaltos, secuestros y manejan una poderosa red de narcotráfico.
Se estima que en su país de origen tiene al menos 80.000 integrantes (de los cuales la mitad opera desde las cárceles), aunque no cuentan con un único líder. El PGC tiene al menos 14 líderes divididos en dos “ministerios”.
Aunque cada vez cobran más fuerza en el país, las autoridades paraguayas lograron dar con el paradero de peligrosos criminales pertenecientes a estas facciones.
Según datos oficiales, en lo que va del 2019 suman más de 100 ciudadanos brasileños fueron expulsados de Paraguay, en su mayoría personas fugadas de las cárceles de su país.
Estas expulsiones se realizan a través de diferentes organismos estatales e internacionales. El Ministerio del Interior reportó 56 expulsiones en el 2018, mientras que hasta septiembre del 2019 fueron 111 los brasileños expulsados de Paraguay.
Por su parte, el Comando Tripartito entregó al Brasil entre tres a cuatro delincuentes por mes, lo que da un promedio de 36 este año. Además, las autoridades manejan la información de que estas facciones pretenden ingresar a las penitenciarías para operar tras las rejas.
La viceministra de Política Criminal, Cecilia Pérez, admitió que Paraguay está en una situación grave respecto al accionar de estos grupos criminales en Paraguay.
“Podemos calificar que estamos en una situación grave; los últimos hechos lo demuestran y no puede volver a pasar que exista una balacera en plena calle, donde la gente está circulando y que civiles sean afectados en un traslado de una persona considerada de alta peligrosidad”, manifestó la funcionaria a la prensa.
Esta web usa cookies.