3. La abogada “misteriosa”
Pese a las horas de sufrimiento que ya habían pasado por la muerte del pequeño, el terror para la familia de Renato no tenía fin. Según señaló Romero, una persona dentro del nosocomio le facilitó el teléfono de una abogada “que según ellos era magnífica”.
“Le llamo yo a esta persona y a los diez minutos se presenta ella, bien plantada. Entramos a la urgencia, pedimos los documentos y ella dice: ‘No, al niño no se le puede hacer acá la autopsia’”.
“Entonces se va ella y al volver ya cambia de versión. Me dice: ‘No te preocupes, yo ya le llamé a una amiga mía que es la doctora Ingrid Rodríguez y a todos los forenses de la Fiscalía, pero vamos a hacerle (la autopsia) nomás acá en el Migone”, manifestó la abuela.
Romero agregó que, al día siguiente, un familiar se cruzó con la abogada y le informó que ya había una denuncia formal por el hecho ante la Fiscalía, a lo que la mujer respondió: “No, qué denuncia, si esto se hizo de forma particular con la autorización de los padres”.