En las oficinas de la Cámara Baja, el derroche de dinero público es evidente ante la gran cantidad de “comisiones”, cuyos funcionarios ni siquiera cumplen tareas específicas. Esto, sin contar con los numerosos asesores que acompañan a los legisladores y cobran millonarios sueldos.
A continuación, conozca 10 datos sobre cómo se despilfarra el dinero en la Cámara de Diputados.
La Cámara de Diputados, según su página web, cuenta con un total de 32 Comisiones Asesoras, cuyos funcionarios y directores cuestan millonarias sumas de dinero al Estado.
Según un informe del programa AAM, la Coordinación General de Comisiones Asesoras cuenta con nada más y nada menos que 22 funcionarios, de los cuales 5 son directores y 3 son jefes de departamento. Sin embargo, no todos asisten a su puesto de trabajo.
Un representante de dicha comisión aseguró que esto se debe a que muchos de ellos solo son “asesores externos” o se encuentran cumpliendo funciones en otras dependencias.
Por otro lado, la Comisión de Bienestar Rural cuenta nada más y nada menos que con 20 funcionarios, dos de los cuales no tienen una función específica dentro de la organización.
Otras comisiones con numerosos integrantes son la de Agricultura y Ganadería (con 18 funcionarios); Cuentas y Control de Ejecución Presupuestaria (con 17 funcionarios, de los cuales tres son encargados de mesa y uno hace fotocopias); y finalmente la Comisión de Desarrollo Social, Población y Vivienda (cuenta con 16 funcionarios, de los cuales 8 son auxiliares administrativos).
Pero el derroche de dinero público no se ve solo en las Comisiones Asesoras; los legisladores de Cámara Baja también cuentan con funcionarios que cuestan millonarias sumas al Estado. Muchos de ellos con insólitas profesiones.
El legislador colorado Luis Urbieta es el que más cantidad de trabajadores tiene a su disposición. El mismo cuenta con 12 funcionarios que cuestan a la Cámara Baja unos G. 40.100.000 al mes.
Le sigue muy de cerca el diputado Freddy D’Ecclesiis, quien tiene 11 funcionarios a su cargo que cuestan unos G. 35.350.000 mensuales al Estado.
Otra legisladora que prácticamente tiene un séquito a su disposición es la colorada Cristina Villalba; esos 10 trabajadores le cuestan al Congreso G. 31.700.000 al mes.
La misma cantidad trabajan para el diputado de la ANR Derlis Maidana. Sus asesores cobran en total unos G. 30.400.000 mensuales.
El diputado de la ANR, Hugo Ibarra Santa Cruz, tiene entre sus funcionarios a la Lic. en Enfermería Liz María Lorena Oviedo Báez, cuyo salario es de G. 6.600.000.
Por su parte, el legislador Walter Harms Céspedes tiene como asesora a la Lic. en Kinesiología Marisol del Rosario Peralta Ortiz, quien cobra G. 4.500.000 al mes.
Pero eso no es todo, ya que el diputado Celso Kennedy Bogado también cuenta entre sus asistentes con una Lic. en Nutrición: se trata de Dalma Rosanna Rojas Figueredo, cuyo sueldo es de G. 4.000.000 mensuales.
Un caso muy extraño es el de la diputada de GANAR, Roya Torres Báez, quien contrató entre sus asesores a Merardo José Benítez González, un Lic. en “Lengua Pastoral” que cobra G. 4.400.000 al mes.
Pero sin dudas, quien sigue dando de qué hablar es el diputado Carlos Portillo. El mismo cuenta con 9 funcionarios a su disposición, entre los que están la odontóloga Adriana del Carmen Nervi Alderete, la Lic. en Turismo Karen Adaliz Ferreira Alfonso, y el Lic. en Nutrición Christian Ariel Duarte Ibarra.
En total, todos los trabajadores de Portillo cuestan al Estado G. 28.700.000 por mes.
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