Las jóvenes aseguran que sus compañeros se ocultaban bajo las escaleras y les tomaban fotografías por debajo de sus polleras y luego subían las imágenes a un drive en internet.
De acuerdo a las denuncias, en el sitio se aloja un extenso registro gráfico, que era compartido masivamente entre los estudiantes.
Uno de los carteles en reclamo por el hacho, indica: “Nos quitaron tantas fotos que terminaron quitándonos el miedo”.
Las alumnas efectuaron una denuncia pública durante formación, realizaron una sentata y se movilizaron para reclamar la violación de su intimidad y el abuso de sus compañeros.
“Tu derecho y tu integridad como persona es lo importante acá y ninguno respetó. Tanto el que quitó como el que guardó, que vio y no hizo nada. Todos son culpables”, manifestó una de las estudiantes.
Sostuvo que las jóvenes, son víctimas de dichas prácticas desde hace varios años, y que sigue la impunidad pese a las denuncias.
Condenó que no es justo que compartan actividades académicas y extracurriculares con compañeros que no las respetan, mientras los directivos del colegio expulsan a estudiantes solo por tener bajas notas.
“A la fuerza nos integran con todos y miren con quiénes nos están integrando”, apuntó.
Aseveró que las reuniones o pedidos de disculpas no funcionan, ya que los denunciados siguen cometiendo los mismos actos.
“No queremos que estas personas sigan en el colegio, nos enseñaron que esta institución es una familia y un hogar, sin embargo no creemos que ninguna se sienta cómoda con esta clase de compañeros en las aulas”, remarcó otra de las jóvenes.
“Estamos cansadas de que no nos podamos vestir como queramos. Llegó a un punto en que tenemos miedo hasta de nuestros compañeros”, puntualizó una de las estudiantes, según publicó ABC Color.
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