De acuerdo a la cartera de Estado, donar sangre es un acto solidario y de amor al prójimo de forma repetida y fidelizada para ayudar a muchos pacientes que necesitan en los hospitales.
Para que la cesión de sangre se incremente derribando mitos, el Ministerio de Salud elaboró un completo material al respecto.
Hay varios centros donde se puede acudir a donar. Están los centros productores, que son el Centro Nacional de Servicios de Sangre (CENSSA), el Hospital Nacional y los centros más pequeños, como la Unidad de Medicina Transfusional del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN).
El Banco de Sangre del INCAN recibe a los donantes de 07:00 a 12:00.
Se puede donar cualquier día, incluso los fines de semana, en el Centro Nacional de Servicios de Sangre (CENSSA), ubicado al costado del Hospital del Trauma (Avda. Gral. Santos), de lunes a sábado, de 07:00 a 18:00, y domingo, de 07:00 a 12:00.
También, en La Casa del Donante (Padre Cardozo y Juan de Salazar – Asunción), de lunes a viernes, de 08:00 a 13:00, o llamando para agendar al 021 205840.
Se trata de la información que se difunde de forma general, como cuáles son los requisitos y quiénes son las personas que pueden donar. En ese contexto, entra por ejemplo derribar los mitos y tabúes como “si yo dono sangre engordo”, “si tengo tatuajes nunca más puedo donar”.
Personas que estén con fiebre, gripe o con alguna otra enfermedad, embarazadas, niños o quienes se hayan tatuado recientemente.
Personas sanas, mayores de 18 años, con 55 kilogramos de peso o más y que porten su cédula de identidad.
Se elabora mediante una entrevista previa con el donante, en donde se le realiza preguntas confidenciales sobre su salud, de cómo fue su vida un año atrás y su historial familiar. Se le toma la presión arterial, la temperatura, se realiza dosaje de hemoglobina y se le pesa. Una vez que pasa este filtro y el donante es apto, va a la extracción de sangre.
La sangre donada es analizada, mediante el tamizaje serológico, para determinar que esté libre de enfermedades transmisibles vía sanguínea. A partir de ahí recién se puede liberar para el uso.
Cabe recordar que un volumen de sangre extraído del donante se fracciona en tres componentes. Es decir, una persona que dona ayuda a salvar a tres adultos; y cuando se trata de niños, esa sangre puede salvar a cinco niños.
Uno de los mitos acerca de la donación de sangre es que las personas con tatuaje no pueden ser donantes. Eso no es cierto. Así lo destacan desde el Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud, detallando que, en ese sentido, lo único que se pide para que la donación sea segura, es que quienes se hayan tatuado donen un año después de haberlo hecho por última vez.
Es decir, si una persona tiene un tatuaje no es un impedimento para donar sangre, solo hay que esperar ese tiempo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los siguientes pacientes son los que reciben la sangre donada.
-las mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.);
-los niños con anemia grave, a menudo causada por el paludismo o la malnutrición;
-las personas con traumatismos graves provocados por las catástrofes naturales y las causadas por el hombre; y
-muchos pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas y médicas complejas, y enfermos de cáncer.
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