6. Necesario para “recargar pilas”
Tras cualquier daño causado por el ruido, el silencio es fundamental para recuperar la energía perdida. Es lo que sucede, por ejemplo, al salir de una discoteca luego de pasar varias horas escuchado música a todo volumen.
Cuando una persona se esfuerza a prestar atención a algo (incluyendo el ruido), el cerebro comienza a fatigarse. Sin embargo, algunas actividades como estar en un entorno natural y también en silencio, se han calificado como “restauradoras” de la capacidad del cerebro para prestar atención.
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