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Tras un violento intento de asalto a un local gastronómico ubicado en la ciudad de Villa Elisa, un delincuente murió a manos del propietario. El caso generó una gran controversia y reabrió el debate sobre la “legítima defensa” en Paraguay.
A continuación, conozca en 10 pasos todo lo que sucedió en este impactante caso.
Eran aproximadamente las 23:30 horas del pasado domingo, cuando dos asaltantes llegaron hasta la pizzería “La Avenida”, ubicada sobre Américo Pico casi Río Manduvirá del barrio Picada, en Villa Elisa.
Richard Darío Enríquez Bernal (36) se encontraba trabajando al fondo del local, mientras que su cuñada permanecía en el mostrador a la espera de algún cliente. Pero todo cambió drásticamente cuando uno de los delincuentes interceptó a la mujer y a punta de pistola le exigió dinero.
Alarmado por los gritos y una “voz agresiva” que provenía del salón, Richard se acercó a mirar qué era lo que estaba sucediendo. Fue entonces que el delincuente lo vio y sin mediar palabras se abalanzó sobre él.
“Se me va directamente con el arma, me atropella porque por lo visto él no esperaba que yo esté ahí”, dijo el comerciante, quien de manera instintiva se defendió con un arma blanca que tenía en las manos y lo apuñaló.
Finalmente, el delincuente huyó de la pizzería y se dio a la fuga con su cómplice a bordo de una motocicleta.
Matías Gaspar Alcaraz Chávez, de 19 años, fue el delincuente que agredió a Enríquez y su cuñada durante el violento asalto. Fue abandonado en plena vía pública por su cómplice, a unos 800 metros de la pizzería. Cuando los asistentes médicos llegaron a socorrerlo, el joven ya no tenía signos de vida.
Aún impactado por todo lo que vivió durante el último fin de semana, Richard Enríquez dio su testimonio a la 1080 AM y relató los minutos de horror que le tocó vivir.
El comerciante comentó que, en principio, el delincuente no se percató de que él estaba en la pizzería, pues un modular bloqueaba la vista desde la entrada del negocio.
Pero cuando finalmente lo descubrió, no tuvo más remedio que defender su vida. “Como yo tenía el cuchillo porque estaba cortando carne, cierro mis ojos y salto por él con el cuchillo”, relató aún shockeado por la situación.
“Al saltar por él yo me caigo y él retrocede… yo me quedo en el suelo. Y ahí me juega dos disparos como para matarme”, agregó Enríquez.
El comerciante asegura que en ningún momento tuvo intenciones de matar a nadie, ya que en ese momento sólo pensaba en salvar su vida y la de su familiar.
Luego de presentarse ante las autoridades policiales y la Fiscalía, Enriquez Bernal fue imputado por homicidio doloso con reproche reducido por excitación emotiva.
No obstante, esta decisión fue muy discutida por profesionales del derecho, ya que se dieron los presupuestos para considerar el caso como “legítima defensa”.
De acuerdo al testimonio de los testigos, el joven fallecido ingresó al local con un arma de fuego y amenazó a los presentes, entre ellos familiares del procesado y empleados.
El asalto a la pizzería de Villa Elisa reaviva la eterna polémica sobre los límites de la legítima defensa en Paraguay.
Según indica el artículo 19 del Código Penal Paraguay, “no obra antijurídicamente quien realizara una conducta descrita en el tipo legal de un hecho punible, cuando ella fuera necesaria y racional para rechazar o desviar una agresión, presente y antijurídica, a un bien jurídico propio o ajeno”.
Activistas sociales condenaron la actuación del Ministerio Público, y solicitaron que se desestime la denuncia para sobreseer a la víctima, pues argumentan que el mismo actuó en defensa de su integridad y la de otras personas.
«Queremos pedir a los legisladores la creación de proyecto que nos permita tener un arma de fuego en casa, previo aval de la comisaría jurisdiccional y de un curso para su manejo», manifestaron.
Luego de imputar al propietario del local por homicidio doloso, la Fiscalía General del Estado decidió apartar del caso a la agente fiscal Estela Cardozo.
De acuerdo a los informes, esta reasignación se debe a que existen muchas interrogantes en relación al fallo. Quedaron a cargo los fiscales Giovanni Grisetti e Irene Álvarez.
Tras ser apartada de la causa, la fiscala Estela Cardozo alegó que tiene presente que el propietario “actuó por excitación emotiva” ante el asalto, pero que debía iniciar un proceso para descartar que hubo dolo en el homicidio, según indica Última Hora.
Pasaron ya 6 días de este trágico suceso, pero para Richard y su familia sigue siendo algo difícil de asimilar. En conversación con la prensa, el comerciante asegura que nunca tuvo intenciones de causar la muerte a nadie.
“Yo no jugué a matar, mi intención era defenderme y defender a mi gente. Él salió corriendo; pensé que estaba herido, ya después nos enteramos de su deceso”, expresó.
El propietario de la pizzería dijo además que toda esta experiencia es muy traumática, y es posible que necesite ayuda psicológica para superar lo que ocurrió.
“Es una sensación que hasta ahora no me deja dormir, me viene a la mente eso y tengo pesadillas, me hace sentir muy mal. Es algo que jamás pasé y no le deseo a nadie”, dijo conmovido.
Tras apartar a Estela Cardozo, los fiscales Giovanni Grisetti e Irene Álvarez solicitaron informes al Departamento de Criminalística de la Policía Nacional sobre la muerte de Matías Gaspar Alcaraz Chávez.
Además, los agentes solicitaron las imágenes de las cámaras de circuito cerrado de la zona, con el objetivo de encontrar pruebas que ayuden a esclarecer el hecho.
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