Iris Gill Benítez manifestó que su esposo Pablo Javier Ocampos, de 34 años, quien recibió dos disparos de fusil en la cabeza, por parte de la policía, realizaba trabajos de albañilería en el sitio del operativo.
La mujer sostuvo que además de su marido, se encontraban otros trabajadores en el lugar, quienes no tenían vínculos con el grupo criminal Comando Vermelho.
La joven sostuvo que en el procedimiento hubo negligencia por parte de las autoridades que efectuaron el operativo.
Gill Benítez indicó que el comandante de la Policía Nacional no tuvo consideración con los inocentes que se hallaban en el lugar.
Relató que Pablo Javier se encontraba realizando labores de construcción desde hace cuatro meses aproximadamente.
La joven advirtió que denunciará el hecho y no descasará hasta que se esclarezca el caso. Asimismo pide respuestas concretas sobre el operativo, ya que otro compañero de su marido está preso.
«Pablo Javier no cuenta con ningún antecedente y deja una niña huérfana», remarcó la joven.
La Fiscalía ratificó que en el lugar del operativo se hallaban miembros del Comando Vermelho y prosiguen con la investigación del caso.
Las autoridades aseguraron que los hombres abatidos tenían en sus manos armas de fuego, sin embargo la viuda afirmó que Pablo Javier no contaba con ningún arma en el momento del hecho.
Lideraron el procedimiento, tres fiscales junto a la Policía Nacional.
La fiscal Alicia Sapriza no pudo responder si los abatidos tienen antecedentes. Indicó que esos datos aún no se han podido corroborar a tres días del suceso.
Esta web usa cookies.