Via rockandpop.cl
En Paraguay, la ingesta de bebidas alcohólicas es una problemática que afecta a personas de todas las edades. Sin embargo, sus efectos recaen especialmente la población más joven, pues los adolescentes se inician en el hábito a edades cada vez más tempranas.
A continuación, lea 10 alarmantes datos sobre el alcoholismo en los jóvenes paraguayos y cuáles son sus efectos.
Ya sea por el ejemplo de los padres, por la invitación de los amigos o simplemente por impulso personal, los adolescentes consumen bebidas alcohólicas a edades cada vez más bajas, según informó el Ministerio de Salud.
De acuerdo a la Dirección de Enfermedades No Transmisibles, la mitad de las personas que inician a temprana edad el consumo del alcohol acentúa su hábito a los 15 años. A su vez, un fragmento de este grupo ingiere bebidas alcohólicas de manera nociva.
La ingesta desmedida de bebidas alcohólicas produce enfermedades que configuran un gran problema social dentro de la Salud Pública.
Entre ellas se encuentran las cardiovasculares, (una de las principales causas de muerte prematura en Paraguay), como así también varios tipos de cánceres.
Asimismo, produce trastornos de la conducta que pueden afectar a terceros y también es un factor que genera accidentes de tránsito, principalmente en la franja etaria comprendida entre los 14 y 40 años.
El consumo de alcohol tiene varios efectos que son nocivos para el cerebro y el sistema nervioso. Inhibe de forma gradual las funciones cerebrales, afectando primero a las emociones (cambios súbitos de humor), además de alterar los procesos del pensamiento y el juicio.
Si la ingesta continúa, aparecen la alteración del control motor, lo que produce una mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio.
De igual forma, el alcohol disminuye la alerta, retarda los reflejos y produce cambios en la visión, entre otros. Es importante señalar que esta droga lícita daña las células cerebrales y los nervios periféricos de forma irreversible.
En dosis elevadas, el consumo de alcohol eleva la presión sanguínea (hipertensión) y por sus efectos tóxicos también produce daño en el músculo cardíaco.
La secuela a mediano y largo plazo puede ser miocarditis, que es una inflamación de las fibras musculares. Esta enfermedad debilita la musculatura cardíaca y, por ende, afecta la capacidad del corazón para bombear sangre.
Las molestias gástricas son uno de los primeros efectos del consumo excesivo de alcohol, y se debe a las erosiones en las mucosas producidas por el etanol. Este síntoma es aún mayor si se han mezclado diferentes bebidas, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.
No obstante, a largo plazo los efectos pueden ser mucho más graves. El alcohol produce úlceras, hemorragias y perforaciones de la pared gástrica. De igual forma, el cáncer de estómago ha sido relacionado con el abuso del de esta sustancia.
La ingesta de bebidas alcohólicas inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos.
Cabe señalar que sin la suficiente cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno, aparecen otras consecuencias como la anemia.
Del mismo modo, la falta de glóbulos blancos origina una falla en el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infecciones bacterianas y virales.
Al consumir alcohol en exceso, las personas disminuyen la libido y la actividad sexual.
Un hábito prolongado de consumo puede causar infertilidad e impotencia, así como hipertrofiar las glándulas mamarias en el hombre.
En el caso de las mujeres altera las hormonas femeninas, lo que puede provocar cambios en el ciclo menstrual e incluso infertilidad.
Una de las consecuencias más graves del abuso de alcohol ocurre durante el embarazo, ya que puede desencadenar el síndrome alcohólicofetal.
Los síntomas de esta enfermedad son: retardo del crecimiento, alteración de rasgos cráneo-faciales, malformaciones cardíacas, malformaciones hepáticas, malformaciones renales y malformaciones oculares.
Sin embargo, el mayor daño se produce en el sistema nervioso central del feto, que puede derivar incluso en retraso mental. Además, las mujeres que beben durante el embarazo tienen un mayor riesgo de aborto o parto prematuro.
Sin dudas, esta enfermedad es señalada como uno de los problemas más graves asociados al consumo nocivo de bebidas alcohólicas, ya que engloba una serie de consecuencias que afectan seriamente a la salud y hasta pueden derivar en la muerte, según los datos se encuentran en la Política Nacional de Prevención del Consumo Nocivo de Bebidas Alcohólicas.
Solo durante los feriados de Semana Santa (entre el lunes 15 y el domingo 21 de abril), 1.423 pacientes fueron atendidos en la urgencia del Hospital de Trauma “Prof. Dr. Manuel Giagni”, de acuerdo con el reporte del Ministerio de Salud.
Desafortunadamente, gran parte de los atendidos sufrieron accidentes viales. El nosocomio atendió a 170 pacientes accidentados en moto, de los cuales 7 fueron niños. Por otra parte, 218 pacientes ingresaron por accidentes de tránsito con otro tipo de vehículos.
El Dr. Agustín Saldívar, director de este centro asistencial, comentó que el alcohol está presente en la mayoría de los casos y que “a pesar de todo el trabajo de prevención y concienciación tanto de la Patrulla Caminera como del Ministerio de Salud, la gente sigue siendo inconsciente a la hora de tomar el volante”.
El directivo agregó que las bebidas alcohólicas también influyen en los casos de violencia intrafamiliar. Durante la Semana Santa, los casos de violencia en el hogar sumaron 12 en total.
El número de casos fatales ascendió a 9, en su mayoría por accidentes de tránsito. En relación a las cifras del año pasado durante las mismas fechas, se registró un incremento de 184 pacientes atendidos en el Hospital de Trauma.
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