6. Embarazo y lactancia “protegen” contra el cáncer de mama
El embarazo temprano y la lactancia reducen el tiempo en que el tejido de la mama de la mujer se expone al estrógeno, lo que puede ayudar a prevenir el cáncer de mama.
Durante el embarazo temprano las concentraciones de estrógeno son más bajas, por lo que las mujeres con un embarazo a término antes de los 20 años, tienen un riesgo más bajo de padecer dicha enfermedad.
En el caso de la lactancia, las concentraciones de estrógeno permanecen más bajas mientras la mujer amamanta, por lo que tienen un riesgo más bajo de padecer la enfermedad que quienes tuvieron hijos, pero no los amamantaron.
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