4. Los caseros de Ibáñez
Corría el año 2013 cuando saltó otro caso de corrupción que indignó a la ciudadanía. Una investigación periodística evidenció que el diputado colorado José María Ibáñez utilizaba a tres personas que trabajaban en su quinta de Areguá, para cobrar honorarios de la Cámara Baja.
El parlamentario gestionó la contratación de Fabio Gómez, Viviana Falcón y Éver Falcón, quienes no cumplían ninguna función en el ente público, pero cobraban un sueldo de G. 2.500.000 cada uno como auxiliares administrativos. No obstante, los acusados firmaron planillas de entrada y salida que fueron certificadas por el propio Ibáñez y su ex jefa de gabinete, María Liz Gutiérrez.
Tras un largo proceso judicial, se demostró que Ibáñez y su esposa, Lorena Plabst, falsificaban la firma de sus tres caseros para quedarse los cheques que salían de la Cámara de Diputados. La Fiscalía Anticorrupción imputó por estafa a Ibáñez, su esposa, su jefa de Gabinete y sus tres caseros.
Y aunque los fiscales de la causa solicitaron que la misma se eleve a juicio oral y público, finalmente la defensa del legislador planteó una salida alternativa al proceso. De forma llamativa, Ibáñez fue sobreseído con la resolución del juez Julián López, quien solo determinó el pago de G. 30 millones y la compra de un generador para el leprocomio Santa Isabel, además de otras donaciones por un equivalente de G. 5 millones.