La joven madre pide justicia. Foto: Reseña.
La joven relató a RDN los periplos que debió atravesar a causa de la acción arbitraria de la asesora comercial de Automotor, Rocío Cozzoli, cuando esta aún era funcionaria de la firma.
Manifestó que fue engañada y manipulada durante los meses que trabajó como asesora externa de la firma.
Martínez sostuvo que debió renunciar a su empleo a causa de los daños psicológicos y el atropello por parte Cozzoli.
La afectada refirió que efectuó la venta de cuatro rodados, de los cuales no percibió el pagó total por su labor. El monto no abonado por parte de Cozzoli alcanza la suma de G. 8 millones.
Aclaró además que cuenta con pruebas fehacientes de lo acontecido; como llamadas, mensajes de texto, grabaciones de voz y documentos que implican el mal manejo y artificio por parte de la señorita Cozzoli.
“Quiero creer que la poca seriedad e irresponsabilidad solo se trata de esta persona en particular no en un hecho constante en la empresa, confíe en esta persona y no debí haberlo hecho», remarcó.
Asimismo sostuvo que se encuentra profundamente perjudicada ya que el hecho la golpeó anímicamente y económicamente.
“Ni siquiera estoy pudiendo matricular a mi hija por falta de pago ya que soy como cualquier persona con obligaciones mensuales y la señorita con su irresponsabilidad e inmoral me perjudico atrozmente y se aprovechó de mis necesidades”, lamentó.
Martínez, con una profunda congoja por lo que está atravesando actualmente, acotó que no dejará impune el hecho para que no vuelvan a perjudicar a otra persona.
Comentó que denunció el caso en el Ministerio de Trabajo y desde el ente se encuentran realizando las investigaciones correspondientes.
“Cozzoli fue desvinculada de la firma luego de mi denuncia, sin embargo tengo conocimiento que fue recomendada para que trabaje con otra marca también renombrada”, expresó.
Es decir, la mujer quedó libre de toda culpa, trabajando en otro lugar y sin que Martínez perciba el pago por su trabajo.
Finalmente puntualizó que recurre a los medios para que se pueda hacer justicia en su caso, y en los demás hechos irregulares, asimismo que la empresa liquide el pago que le corresponde.
Aboga además para que otros trabajadores ya no sean engañados ni manipulados, en su buena voluntad; se respete el profesionalismo y efectúen el pago que corresponde.
Nota: Meliza Plaz
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