García, oficial destinado a la Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada (Fope), conversó con el canal Noticias Paraguay y dio algunos detalles de lo que le tocó vivir.
Indicó que un total de 25 explosivos, de 1,5 kilos cada uno, permaneció en el rodado en cuestión, ya que el cúmulo estaba instalado y se consideró detonarlo en un lugar seguro.
Con relación a la detonación, explicó que era de “iniciación no eléctrica”, es decir debía se hacer con un fósforo o encendedor, a través de una mecha.
Indicó que luego de la detonación, partes del vehículo llegaron a los 250 metros del sitio de la explosión.
Lo que quedó del Volkwagen, tipo Bora, fue lanzado a unos 10 metros y en el lugar se pudo observar un hoyo de más de un metro de profundidad, citó como algunos de los datos sobre los efectos del “coche bomba”.
Según el especialista, se tenía previsto realizar una detonación en serie, de manera a que se tenga mayor daño en el objetivo. Lo que se pudo se desactivó y el resto tuvo que ser detonado, manifestó.
En cuanto a su conducción del automóvil, reconoció que “siempre hay riesgo”, pero que para eso “está capacitado”.
Desde el centro de Presidente Franco, en Alto Paraná, manejó el “coche bomba” hasta un sojal de la localidad de Cedrales, totalizando un trayecto de unos 25 kilómetros, aproximadamente, explicó.
Apuntó que no era la primera oportunidad que tenía a su cargo una gran cantidad de explosivos, ya que en incautaciones anteriores ya le tocó manipular este tipo de artefactos.
Momento en que el rodado era llevado.
Los hechos
En la mañana de este miércoles fue allanada una vivienda en Presidente Franco. En el lugar se produjo una balacera, que acabó con la vida de los tres habitantes del lugar, se presume que eran miembros del Comando Vermelho.
Según las versiones oficiales, los hombres se disponían a traer el “coche bomba”, hasta la capital para emplearlo en la liberación de Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, conocido como “Marcelo Piloto”, quien es sindicado como jefe del grupo criminal.
