El comisario Sergio Insfrán, subjefe de del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional, conversó con los medios en el lugar de la masacre, una vivienda ubicada sobre la calle Oliva, casi Montevideo, del microcentro de la capital.
Según la versión del uniformado, el joven Bruno Javier Marabel, de 19 años, confesó a los uniformados que es el único responsable de la muerte de las dos mujeres, del hombre y de los dos niños.
El hombre, que era pareja de una de las víctimas, habría manifestado a los uniformados que la motivación fue la presión a tomar créditos, esto habría causado la posible pérdida de la vivienda de sus padres.
Siempre de acuerdo a Insfrán, Marabel primero dio muerte al hombre, identificado como Julio Rojas Delvalle, padrastro de Dalma María Rojas Rodas.
Justamente Rojas Delvalle sería quien ejercía mayor presión para tomar las deudas.
El uniformado mencionó que el joven vio la actividad en la víspera en la vivienda en cuestión y trató de huir a la Argentina, sin embargo fue capturado en el trayecto.
El principal sospechoso en todo momento habría indicado que él solo fue el autor de la muerte de las cinco personas, pero la versión es poco creíble, apuntó Insfrán.
En cuanto a las armas que se utilizaron para perpetrar la masacre, dijo que se están buscando un cuchillo y un destornillador.
De acuerdo al informe de Noticias Paraguay, la fiscala Esmilda Álvarez, confirmó que Julio Rojas Delvalle fue sepultado con un “espadín” incrustado en el cuerpo.
En la tarde del lunes se denunció el olor nauseabundo en la zona de la vivienda. En la intervención primero se encontró el cuerpo del hombre, luego el de Dalma y el de su madre, Elva Rodas, además de los restos de un niño.
Más tarde, se halló el cadáver de un pequeño más. Los dos menores de edad eran hijos de Dalma Rojas.
Actualmente se realiza la autopsia a los cuerpos. Hasta el momento son cinco los aprehendidos por el caso.
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