El Arzobispo afirmó que el Gobierno saliente tuvo sus aspectos positivos, como la estabilidad económica y la mejora en viviendas, entre otras cuestiones, sin embargo mencionó que todavía hay mucho por hacer.
Pidió no ser complacientes con una “colonización ideológica” de otros países, que busque “coaccionarnos para aceptar antivalores como la legalización de aborto o la ideología de género a cambio de ayuda financiera”.
Habló también sobre la gestión que pueda ejercer el gobierno entrante de manera a conseguir “justicia pronta y barata” para todos los sectores de la sociedad. “Que se tenga un verdadero programa de combate de la corrupción e impunidad”, también solicitó.
“El cáncer de la corrupción solo puede ser extirpado con el fin de la impunidad”, aseguró.
Pidió también lucha contra la pobreza y habló de un déficit de al menos 150 mil viviendas.
#TraspasoDeMandoPy🇵🇾 «Hoy en día es urgente recuperar la dignidad humana que nos permita la cultura de la vida en contraposición a la cultura de la muerte. Nuestros jóvenes son el tesoro de nuestro país», monseñor Edmundo Valenzuela. #730AM
— ABC Cardinal 730 AM (@ABCCardinal) 15 de agosto de 2018
Paraguay es el país con mayor tasa de deforestación en el mundo y así también el más desigual en el globo en cuanto a distribución de territorio, recordó.
Sobre la inequidad en cuanto la tenencia de la tierra, expresó que puede ser un factor que amenace a la paz.
Con relación a las binacionales, dijo que en el caso de Yacyretá el precio del potencial eléctrico producido de estar fijado en lo establecido en el Tratado y que lo generado en la comercialización debe ser recibido por la entidad. Además, con relación a Itaipú, citó que en 2023 de cierra la amortización de la deuda y que se tendrá que renegociar el pago.
El fin de estas negociaciones debe ser la obtención de precios más justos, atizó.
“La economía de mercado nos despersonaliza”, comenzó diciendo para luego señalar que la educación debe estar orientada a los valores humanos y cristianos.
“Pongamos de moda las virtudes ciudadanas y cristianas”, dijo al mismo tiempo de pedir dejar de lado “el relativismo moral”.