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Ibáñez se apropió hasta de colecta para fin de curso, según denuncia

Un excompañero de colegio del diputado José María Ibáñéz había denunciado públicamente que el por entonces estudiante se apropió de dinero que fue colectado por el curso.

José María Ibáñez. Foto: Diputados.

La denuncia se hizo efectiva en 2003 cuando Víctor Bogarín envió una carta a Última Hora, el texto tiene como título “La tierna podredumbre”. La misiva fue publicada en la sección “Cartas al director”, recuerda una publicación de octubre 2014 el medio citado.

En aquel momento, Ibáñez no brindó declaraciones al respecto, hoy en día tampoco se hace encontrar por los medios.

La nota volvió a tomar preponderancia en redes sociales debido a los últimos hechos acontecidos con el legislador.

Según el texto, Ibáñez, acompañado de otros compañeros, se apropió del dinero colectado por el curso para viajar al Brasil.

Actualmente, los antecedentes del legislador y de su entorno afloran. En la víspera se recordó que su padre fue investigado por corrupción al frente del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Recientemente, gracias a una mayoría de abstenciones, Ibáñez seguirá como legislador durante cinco años más. Su defensa dio de qué hablar, sin dudas.

El diputado fue beneficiado con una salida alternativa en su proceso, ya que asumió los hechos, sin declararse culpable. Durante las investigaciones se comprobó que pagó con dinero público a sus tres caseros de su quinta de Areguá.

La carta completa de su compañero se encuentra abajo:

«La tierna podredumbre:

He leído en diarios de Asunción y visto en fotos que José María Ibáñez es cercano colaborador del recién electo presidente y que incluso es candidato a ocupar algún importante cargo en su Gobierno. Como ex compañero de curso suyo en el bachillerato del Colegio Nacional de la Capital, de cuyo Centro Estudiantil él fue presidente, quisiera compartir con ustedes un hecho que ocurrió en aquellos años de estudio y que fue bastante doloroso para mí y muchos de mis compañeros.

Siendo alumnos del 6º Curso estuvimos organizando actividades (consiguiendo auspiciantes para fiestas, vendiendo entradas, organizando asociaciones con alumnos de cursos de otros colegios, etc.) a efectos de juntar fondos para un viaje de fin de curso al Brasil. Como lo que llegamos a recaudar era bastante modesto, con ello se podía costear solo una parte y el resto debería correr por cuenta de cada uno de nosotros. Sin embargo, al acercarse el final de año y al querer organizar los detalles del viaje nos enteramos que un grupo reducido de compañeros se habían apropiado de todos los recursos y habían partido ellos solos a pasar unos días al Brasil, con los gastos costeados por los fondos que estaban previstos para todos.

Ese grupo estuvo encabezado y esta acción instigada por José María Ibáñez, quien consiguió la adhesión de otros compañeros de débiles principios morales o provenientes de medios donde hechos desleales como estos, que permitían enriquecerse a costa de los demás, eran cosa corriente y que no les provocaba el menor cargo de conciencia. Habiendo increpado a José María sobre las razones de su acción él simplemente respondió ‘que era un hecho consumado y que no podría hacer ya nada por remediarlo’, llegando incluso a amenazarme físicamente.

En realidad no podíamos hacer gran cosa pero tampoco quisimos dejar impune este hecho doloroso, no tanto por el robo en sí, sino por la deslealtad de la que fuimos víctimas de parte de compañeros a los que considerábamos como amigos. Así que fuimos una tarde a denunciar el hecho a un programa de radio Caritas, en el cual pudimos contar lo que nos había ocurrido. Esto fue en el año 1987, aún en época stronista, de la cual José María era fiel ejemplo de lo que se daba en llamar ‘la tierna podredumbre’.

Guardo la esperanza de que eso haya sido solo una ‘travesura de juventud’ y que posteriormente el haya continuado con una vida honesta, tanto en sus años de estudio de Derecho, como en su vida política. Espero también que por el bien de nuestro país, la nueva gente que llega al Gobierno no se aproveche de sus cargos para enriquecerse ilícitamente, como ha ocurrido tantas veces hasta ahora. Si no fuera así y si solamente cambiaran los nombres para continuar con la misma corrupción, pareciera que deberíamos volver a esperar hasta la elección siguiente para tener una esperanza de salir adelante y para dejar de perder oportunidades de que nuestro país llegue a estar en manos decentes y capaces. Confío en que eso ocurra alguna vez».