Por: Meliza Plaz
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La experta señaló que el Proyecto Capital, ejecutado por la Fundación Capital, y el Instituto de estudios Peruanos (IEP) efectuó un diagnóstico en Paraguay para identificar oportunidades con el objetivo de vincular un proyecto de inclusión financiera a programas de transferencias monetarias condicionadas.
Manifestó que la estrategia de inclusión financiera es para que las familias sepan utilizar el uso de cuentas de ahorro y otros servicios financieros, generando, a través de la educación financiera, capacidades básicas para la toma de decisiones financieras.
En ese contexto se analizó el Programa Tekoporã, que llega a ciudadanos de escasos recursos y guaraní hablante.
Manifestó que el Proyecto Kakuaa está compuesto por tres componentes; acceso a servicios financieros, educación financiera e incentivo al ahorro.
El proyecto nace, concretamente, en noviembre de 2013 y en enero de 2014 se incorpora el componente de inclusión financiera en el programa Tekoporã.
Explicó que el objetivo del Proyecto de Inclusión y Educación Financiera “Kakuaa” es una manera que puedan acceder a la amplia gama de servicios que este ofrece y aprovecharlos como instrumentos para administrar mejor sus recursos y poder enfrentar los riesgos a los cuales se encuentran expuestos. Es decir, la formalidad de las familias en el sistema financiero.
La profesional mencionó que los beneficiados pudieron aprender un mejor manejo del dinero que perciben, a partir del proyecto.
Sostuvo que la mayor parte de los usuarios del programa Tekoporã se concentra en la región Oriental del Paraguay, principalmente en el departamento de San Pedro.
En tanto que los usuarios que residen en la región Occidental o Chaco, la mayor concentración la tiene el departamento Presidente Hayes.
Acotó que la mayor parte se encuentra en áreas rurales, en todos los departamentos a excepción de Departamento Central y Asunción, la capital.
Actualmente son cinco las formas de cobro; tarjetas de débito con cuenta de ahorros asociada, tarjetas de débito sin cuenta de ahorros, cajeros móviles ventanillas de las oficinas del Banco Nacional de Fomento y billetera electrónica.
Estas modalidades han hecho menos costosa la entrega de transferencias, permitiendo reducir su periodicidad de tres a dos meses.
Aquino subrayó que es importante resaltar los beneficios de las nuevas modalidades de pago, como la tarjeta de débito y billetera electrónica, que permiten mayor accesibilidad. Algunas son incluso más fáciles de utilizar y, en general, todas son más rápidas en cuanto a los pasos a seguir para retirar la transferencia.
Así también remarcó los incentivos al ahorro que han tenido resultados concretos en cuanto a las prácticas ahorro que han adquirido los usuarios.
Incluso, algunos se han convertido en pequeños empresarios que utilizan el dinero ahorrado para invertir en algún negocio nuevo como la cría y venta de animales.
Sin embargo acotó que los usuarios precisan apoyo en los proyectos de inversión que emprenden porque saben que el programa en algún momento culminará.
Puntualizó que aún existen dificultades y desconfianza en el uso de algunas modalidades de pago nuevas como las tarjetas de débito, por lo que se insiste en el incremento del número y profundidad de las capacitaciones, así como otras actividades como la conformación y trabajo en comités.
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