Entre otras cosas, en su uso de palabra, el legislador aseguró que estaba siendo víctima de la “agenda mediática” y que “sus errores” ya fueron reparados.
“En primer lugar quiero decir que vengo despojado de toda arrogancia, de toda soberbia (…) vengo con la máxima humildad de cualquier ciudadano”, soltó cuando comenzaba con su defensa.
Mencionó que él mismo “imploró” su desafuero en 2014 y que cumplió con el proceso para acceder a la salida de la suspensión condicional del procedimiento.
Afirmó que lo que ahora se quiere hacer con él es “un linchamiento público” ya que fue juzgado por la justicia. Expresó incluso que la Cámara de Diputados quiere tomar las atribuciones del Poder Judicial dos veces por los mismos hechos.
Agregó que él cumplió devolviendo al erario público G. 30 millones y reparando el daño a la sociedad.
Disparó contra periodistas afirmando que “comunicadores quieren confundir” acerca de su caso.
“No hay impunidad, no hay blanqueo”, afirmó luego de asegurar que él ya obtuvo el visto bueno de la sociedad dando su voto para que siga cinco años más en el Legislativo.
Expresó también que él debía ser juzgado, en todo caso, durante el período anterior, ya que en ese ejercicio comenzó su caso. “No es esta legislatura la que debe juzgar mi conducta moral o ética”, atizó.
Afirmó también que la salida procesal a la que accedió no significa atribuirse la autoría de los hechos, sino reconocer que los hechos sucedieron.
Ibáñez está siendo juzgado en la Cámara Baja por usar dinero público para pagar a sus tres caseros.
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