“Hace unos días estuve a punto de renunciar cuando el fin de semana pasado llevé a mi familia, a mi esposa, a mis hijos al interior para desconectarnos de la contaminación del ambiente mediático y sobre todo de la cobardía de las redes sociales, donde los militantes disfrazados, en su gran mayoría con perfiles falsos, se creen con el derecho de decir cualquier cosa sin ninguna responsabilidad”, soltó.
Continuó de la siguiente manera: “Esto nos interpela a que le día de mañana tengamos que mirar eso con más responsabilidad y pensar en la posibilidad de una regulación del instrumento de las redes sociales para difamar a otras personas sin causa y no me refiero a mí, me refiero a toda la sociedad paraguaya”.
Al volver del interior, decidido a dimitir, cobró nuevas fuerzas para seguir luchando, según sus propias palabras.
Finalmente, se salió con “la suya” ya que seguirá siendo diputado gracias a una mayoría de abstenciones que abortaron la pérdida de su investidura para ser echado de la Cámara Baja.
Como guinda a la torta, el legislador pidió permiso sin goce de sueldo, el cual le fue otorgado.