La final fue épica desde que comenzó y cómo se desarrolló. La norteamericana se hizo del primer parcial con base en la fuerza, con marcador de 6/3.
En el segundo set, el partido fue peleado y luego de varios quiebres, la rumana comenzó la remontada ya que ganó por 6/4.
El tercer y definitivo parcial, con una Stephens extenuada, fue más fácil para la campeona, ya que obtuvo un score de 6/1.
La número 1 del mundo ganó su primer título de Grand Slam, justamente en el polvo del ladrillo del Roland Garros en donde llegó anteriormente dos veces a la final (2014, 2017).
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