El profesional llevó a cabo un estudio sobre los estudiantes que se ven obligados a dejar sus estudios. La mayoría pertenece a la población más vulnerable del Paraguay.
El mismo sostuvo que el sistema escolar actual no permite que los estudiantes culminen sus estudios, ya que no se analiza la diversidad de cada comunidad.
En este contexto indicó que es necesario que se respete la pluralidad y que no se vea como un problema sino tratar de trabajar, en cómo potenciar a cada niño y joven en su capacidad.
Señaló que cada alumno vive una realidad en sus hogares, fuera de las instituciones, y que esta situación hace que de manera silenciosa vayan dejando sus estudios.
“No existe la deserción como tal, el sistema educativo mismo los va expulsando por falta de políticas educativas, la causa principal es la económica, que hace que niños desde los 11 años se dediquen a trabajar para sustentarse o para apoyar a sus familias”, remarcó.
Puntualizó además que otro de los casos preocupantes de deserción es el drama del embarazo en las niñas.
El sistema no identifica de manera temprana a la población que podría dejar sus estudios, y además no cuenta con mecanismos para la permanencia en la institución educativa.
En relación a las posibles soluciones subrayó que es imprescindible el trabajo que se ejecute desde los entes del Estado, ya que son los encargados de elaborar los esquemas correctos que ayuden a los estudiantes más vulnerables.
“Se tendría que analizar la reforma educativa para tener las probables soluciones”, finalizó.
Datos
Cada año existe un riesgo de que 150.000 alumnos dejen de asistir a las escuelas, según el informe de Perfiles de la Exclusión Educativa en la República del Paraguay (2016).
Según las cifras del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), unos 80 mil niños y jóvenes son los que están fuera del sistema educativo en la actualidad.