Carne. Foto: ABC.
La imputación se da por el caso que investiga el ingreso irregular de 180 toneladas de carne brasileña al Frigorífico Concepción.
Los empleados de Aduanas procesados por contrabando y producción de documentos no auténticos son, Adan Di Giacomo Giménez, quien se desempeñaba como subjefe de división de resguardo; Cecilio Núñez Saldívar, como jefe en la división de Contraloria de la Aduana.
Así también, Óscar Alberto Prieto González, oficial guarda en la división resguardo; Epifanio Godoy Mendoza, jefe de división visturía; Francisco Ruiz Díaz Araújo, subjefe de la división de visturía, y Enrique Javier Céspedes Gómez, funcionario en el Departamento de Registro. Mientras que la despachante es Emiliana Canale Gamarra.
Según menciona el texto de la Fiscalía, los mismos habrían intervenido en la formalización de los despachos de importación que sirvieron de base para el ingreso de los productos cárnicos por el Frigorífico Concepción.
Indica además que los documentos de supuestos despachos aduaneros de Pedro Juan Caballero no contaban con el sello del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), tampoco con una firma de los encargados de dicha institución.
“Es decir, con base en una declaración testifical por parte del funcionario de Senacsa Carlos Romero se pudo comprobar que los certificados presentados ante Aduana no serían auténticos”, señala.
El personal policial del Departamento de Lucha contra el Abigeato procedió a verificar seis vehículos refrigerados.
Luego tomó intervención el agente fiscal Celso Morales, así como César Augusto Dos Santos, gerente de la empresa transportadora.
Entonces se dispuso que los vehículos sean derivados al predio del Frigorífico Concepción para su verificación, el 3 de mayo.
Posteriormente se procedió a los trámites correspondientes, pero de acuerdo con el informe expedido el 7 de mayo por Hugo Idoyaga, presidente de Senacsa, dichos productos no contaban con las documentaciones sanitarias requeridas para su importación.
Además la nota de investigación señala que existen copias simples de supuestos despachos aduaneros (adulterados), ya que no concuerdan los documentos presentados con registros que obran en Senacsa, según Última Hora.
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